jueves, 20 de octubre de 2011

RETORNANDO EL PARAISO CAPITULO 11

ROCIO:

gaston está realmente enojado conmigo. Él se dio la vuelta y miro por la ventana. Yo sé que él quiere escapar ahora mismo, es por eso que estoy tan agradecida de que camilo está aquí. Físicamente no puedo detener a gaston, pero camilo si puede.
—Vamos deja que camilo te ayude —le digo.
gaston se tensa.
—Nadie puede ayudarme, rocio. Entiéndelo a través de esa cabezota tuya, ¿de acuerdo?
—Ella no es el enemigo —camilo dice con voz lacónica—. Hombre, chico, eres un maestro de la ira desplazada.
—Ten cuidado —dice gaston—. Es un lobo con piel de oveja. Esta es tu fiesta, rocio. ¿Por qué no le dices a camilo todo lo que quiere saber?
—No es mi historia la que hay que contar. Es la tuya.
Mientras camilo come, gaston y yo estamos en silencio.
—Estoy esperando —dice camilo cuando él va por el salero.
—Yo no te puedo decir —dice gaston. .
—¿Por qué no? —gaston me mira, sus ojos sombríos. camilo tamborilea con los dedos sobre la mesa—. He leído el archivo, gaston. Diste una historia detallada sobre cómo te desviaste para evitar una ardilla, golpeaste a rocio, y cundió el pánico.
—Soy un buen narrador —gaston murmura.
Los tambores paran.
—¿Por qué cargar con la culpa de otra persona?
—No sé.
—Eso no es una respuesta.
—Bueno, eso es lo único que vas a obtener de mí —dice gaston desafiante.
Veo algunos coches patrulla por el comedor, por lo que el corazón me late en la prórroga. ¿camilo llamo a la policía antes de venir? gaston tenía razón, no hubiera llamado a camilo.
—Por favor, lo han arrestado —le digo a camilo—. gaston ha sido lo suficientemente, castigado
—Te diré que —dice camilo—, voy a olvidar que escuché acerca de tu pequeño secreto por ahora y terminaremos el programa de Nuevo Comienzo. Si lo haces, y prometes volver a Paradise y enderezar todo lo que fuera, me aseguraré de que te quedas fuera de la cárcel por cargos relacionados con drogas. ¿Suena como un trato?
—¿Por qué haces esto? —gaston pregunta.
—Digamos que creo que eres un buen chico. Eso no quiere decir que crea que tomas decisiones estelares en la vida. Creo que has hecho algunas malditas estúpidas decisiones, por no mencionar el hecho de que por poco desapareces y sacaste a rochi la última noche. Pero he hecho algunas elecciones de mierda como un adolescente y yo estoy dispuesto a darte una última oportunidad. ¿Están conmigo?
—Estoy contigo —le digo, tratando de parecer alegre.
—¿Qué tipo de opciones de mierda? —gaston pregunta, desafiando a camilo—. Te sientas y ves a toda la tripulación contar nuestras historias de mierda, pero nunca dijiste una maldita palabra.
—Yo era un adicto a la coca, y he perdido todo. Perdí a mi novia, mi hijo, y mi dinero.

—¿No puedes traerlos de vuelta? —gaston pregunta—. Diles que tienes tu vida en el camino y quieres que sean una familia.
—No es tan simple. Ella siguió su camino. Tengo que hacerlo, también. Así que ahora que sabes mi historia, ¿vienes conmigo?
gaston me da una mirada que me dice que no confiara en mí nunca más, pero está resignado a su destino.
—Creo que estoy con ustedes, también.
De vuelta en el dormitorio, nos encontramos con el resto del grupo en la sala de estar esperando por nosotros.
—¿A dónde se escabulleron los dos? —jaimele pregunta—. ¿Un encuentro secreto para hacer lo desagradable?
gaston y yo lo ignoramos..
—Me alegro de que estés de vuelta —dice luna
—Yo también.
daniela se sienta en el borde de mi cama mientras yo desempaco las cosas de mi mochila.
—¿De dónde vienen ustedes?
—Ningún lugar especial. gaston necesitaba huir, y yo no podía dejarlo ir solo.
La primera vez que camine fuera de la escuela, pensé que era para que nosotros volviéramos a empezar. Pero incluso antes de saber que gaston me iba a hacer regresar, me di cuenta que no podía huir. Una noche en el castillo del parque ha demostrado que físicamente no podría hacerlo... Me es imposible salir si quiero.
—gaston te necesita —dice daniela
Sonrío débilmente.
—Yo no creo que él estaría de acuerdo contigo en este momento. Está molesto porque he llamado a camilo para que fuera por nosotros.
—Él te va a tener sobre él si sabe lo que es bueno para él. Es probable que sólo necesite algún tiempo para darse cuenta de que tiene que depender de otras personas. Los chicos son fanáticos del control y odian cuando la gente sabe lo que es mejor para ellos.
camilo nos llama a la sala después de que todos estamos duchados y vestidos
—Vamos al reformatorio —anuncia.
—He estado allí, he hecho eso —gaston murmura en voz baja. .
—Vas a estar bien, gaston.
gaston vuelve la cara, pero como si no pudieran ayudar las palabras salen contra su voluntad:
—No quiero volver allí, camilo. Dame un descanso, ¿quieres?
Sé lo difícil que es para gaston pedir un favor a nadie. Sé lo mucho que le costó pedirlo.
—Es importante, gaston. Y todos vamos a estar allí para ti.
En la furgoneta, a propósito me siento junto a gaston en la última fila. Los músculos de la mandíbula se contraen y tiene las manos cruzadas sobre el pecho. Él está tenso.
—¿Quieres hablar de ello? —le pregunto en voz baja para que nadie más pueda oír.
—Sin comentarios —él mira por la ventana, cerrándose a mí.
Puedo sentir la tensión y el estrés que irradia fuera de gaston. Él no quiere estar aquí. No sé todo lo que le pasó aquí, pero hace un tiempo que vislumbre un poco de lo que él pasó.
Estoy dudando que haya sido buena idea llamar a camiloy decirle que estábamos en el restaurante. Tal vez debería haber dejado que las cosas ¡fueran lo que sea que fueran! Por lo menos entonces yo no habría hecho que gaston se enojara conmigo.
—Lo siento por hacerte volver a Re-COMENZAR —murmuro.
—Como quieras —dice mientras mira por la ventana en la cerca de alambre de púas que rodea el complejo—. Se ha acabado y está hecho.
—¿Qué está acabado y hecho? ¿Volver a Re-COMENZAR, o nosotros como pareja?
Un hombre y una mujer vestidos de negro se encuentran en el estacionamiento, esperando por nosotros. Todos pasan de la camioneta, pero gaston me detiene cuando todo el mundo está fuera, y solo estamos nosotros.
—Escucha —dice—. Yo no voy a decir que no he pensado acerca de lo que sería como si tú y yo, bueno, ya sabes. Pero creo que debemos enfriarnos por un tiempo. Por lo menos hasta después de esta mierda de Re-COMENZAR.
—Y después de que todo haya terminado, ¿qué?
Gaston golpea el lado de la furgoneta, asustándome.
—¡Vamos, pequeña chica lenta , muévete! —grita—. ¡Puedes abrazar a todo mundo arriba! .
El tipo con el traje camina hasta gaston.
—No hemos vuelto a verte aquí desde que fuiste liberado. Confío en que vamos a quedar fuera de problemas.
gaston. Ladra un:
—Estoy tratando de hacerlo, Señor —lo que hace que el tipo del traje estreche los ojos en gaston.
—¿Tratando? Estoy seguro que puedes hacerlo mejor que tratar,.
—Sí, Señor.
Después de que gaston mira fijamente hacia abajo, el hombre da unos pasos delante de todos nosotros.
—. Las chicas estarán visitando nuestra población femenina con la Sra y los chicos estarán visitando nuestra población masculina conmigo. ¿Están listos?
Todos asienten, excepto gaston. Observo mientras él tira a un lado y le dice a camilo en voz baja:
No puedo hacer esto.

GASTON:
--NO puedo hacer esto —le digo a camilo de nuevo. Mierda, mis rodillas han empezado a agitarse sin parar desde que él empezó a conducir. .
—Sí, tú puedes. Confía en mí.
¿Confiar en él? ¿Cuándo fue la última vez que realmente confié en alguien sin joderlo?
—Como sea, amigo.
—Escucha, eres más fuerte de lo que piensas, gaston. Estos chicos están buscando modelos a seguir.
—Escucha esto. No soy un modelo a seguir, y no quiero ser uno. Qué voy a decirles a estos chicos, ¿que fui a la cárcel por algo que no hice?
—Es tu elección lo que les digas.
Levanto la vista hacia el edificio de ladrillos en el cual viví durante casi un año. Tuve que levantarme a las seis y media y ducharme en frente de otros, tuve que comer cuando ellos decían que lo hiciera, y cuando tenía que utilizar las instalaciones durante la escuela reformatoria, Era patético.
Rocio está cojeando detrás de ella. Muy pronto va a ver la realidad de cómo viví durante un año.
Me gustaría evitar que entrara allí.
Miro las celdas de espera, donde eres encerrado antes de que te registren. Los malos recuerdos vienen de golpe.

Julio, mi antiguo compañero de celda con tatuajes en su cuello que asoman por su traje, se sienta frente a mí.
—Tanto tiempo sin verte, amigo.
—A mí también me arrestaron — le digo. Por eso estoy en este programa. O era esto, o estar encerrado de nuevo.
Veo a Julio reclinarse en su silla mientras acepta las noticias.

--. He escuchado que las chicas en Paradise son fáciles.
—Algunas lo son —digo, pensando en mi ex, eugenia, y otras no —agrego, pensando en rocio. Mis pensamientos llegan a rocio. Probablemente está enloquecida reuniéndose con chicas difíciles que se comen chicas inocentes como ella para el desayuno.
Me aclaro la garganta y me inclino hacia Julio.
—Así que se supone que tengo que compartir el cómo conducir temerariamente ha cambiado mi vida y causó dolor a otros. Es parte del programa.
Julio gira sus ojos y resopla.
—Muy bien, golpéame con eso.
—Conducir temerariamente cambió mi vida y causó dolor a otros —digo, como si estuviera leyendo una tarjeta de referencia.
Julio sonríe.
—Creo que yo, uhm, nunca te dije lo que sucedió realmente la noche en que fui arrestado.
—Nunca hablaste mucho al respecto.
—Sí, porque yo no lo hice —me encojo de hombros y miro a mi antiguo compañero de celda. Me declaré culpable, aunque no era yo el verdadero culpable.
Julio se ríe.
—¿Estás hablando mierda, verdad? —Lo dice muy bajo para que nadie pueda oírlo maldecir. .
—No.
—¿Por qué te declaraste culpable? ¿Para proteger a alguien?
—Sí —digo en voz baja. Algo así.
—Wow. No se puede decir que yo haría lo mismo —Julio mira a los lados—. A menos que fuera mi familiar. Moriría por mi familia.
Asiento con la cabeza lentamente.
—Yo también.
—¿Lo lamentas? —pregunta.
Me detengo a pensar sobre cómo hubiera sido mi vida si no hubiera sido detenido.
—Sí, lo hago. Lo jodido de este asunto es que no puedo decir que no lo volvería a hacer.
—La lealtad y el honor y toda esa mierda realmente joden tu cabeza, ¿no?
—Sí —hago una mueca de dolor, porque las imágenes de rocio no están lejos de mis pensamientos. No quiero pensar en ella ahora. Y las chicas también joden mucho tu cabeza.
Julio levanta una ceja emocionado.
—¿Mi chico gaston tiene una chica? Bien hecho, amigo. ¿Quién es? Lo último que oí es tú y tu zorra rompieron porque ella se entendía con tu mejor amigo.
—No tengo una chica —digo, riendo ante la idea. Además, la única chica que quiero me odia. Nunca digo lo correcto cuando estoy a su alrededor. Infiernos, trato y la alejo para no tener que lidiar con el drama. Y ella me hace enojar la mayor parte del tiempo.
—Suena como un encuentro hecho en el Cielo para mí —Julio se inclina sobre la mesa. Toma un consejo de un chico que no ha visto a una chica de menos de veinte en más de un año, la única mujer con la que he hablado últimamente es la trabajadora de la cafetería y ella es jodidamente fea que ni siquiera estoy seguro de que sea una mujer. Solo se vive una vez, así que tomas ventaja de lo que te dieron cuando lo tengas.
—Tú también.
—Te escucho fuerte y claro. No más arrepentimientos ¿de acuerdo? Vive cada día como si fuera el último, ¿Comprendes?
Yo sonrío. Julio tiene razón. He estado viviendo cada día con pesar, cuando debería ser al revés.
—Sí, lo entiendo.
—Nos vemos afuera, gaston —levanta dos dedos. Paz —con esas palabras, arrastra los pies fuera de la habitación.
Estoy listo para vivir mi vida sin arrepentimientos. Solo tengo que encontrar una estrategia para hacer que eso suceda.

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