viernes, 21 de octubre de 2011

PERFECTO CAPITULO 4

Distraída por ver a Gaston
—¡Hey! Rochi!, ¿Qué pasa? —dijo Gaston tenía puesto un uniforme de Sports
Shack que decía ―mi nombre es aprendiz‖.
Genial. Simplemente genial.
Claro que vería a Gaston en este momento. Al menos él no sabía dónde trabajo.
Me levanté y limpié mi cara con la mano, mirándolo mal.
—Vete —le dije
—Espera. ¿Tú trabajas en la tienda de Perfect You? —Dijo Gaston, y por la
mirada de su rostro pude ver que él ya sabía todo sobre el tipo de las
vitaminas que se vestía como abeja. Y quien se mantenía cerca de Sports
Shack, tratando de entregar muestras gratis hasta que el administrador lo
hacía irse.
—Lo hago —dije, esperando no sonar tan humillada como me sentía, y le di
la mirada que decía ―vete y muérete
Gaston dijo. —¿Más tarde Rochi? —y
escuché la risa en su voz.
No sabía si se reía de mí o de la situación en la que me había visto.
Conociéndolo, probablemente de ambas. Lo miré mal sobre mi hombro de
nuevo, él saludó.idiota. tenía que preocuparme sobre lo que Gaston le va a decir a la gente. Y encima de todo, mañana tendré que lidiar con que Gaston, y probablemente
todo el mundo, sepa que trabajo para el sujeto loco de las vitaminas.
Mi mundo se terminó a las 7:23 a.m., cuando me di cuenta de que algo
mucho peor que Gaston había sucedido. Gaston, idiota, pensé con rabia en silencio y entonces Sí, eso es correcto.eugenia, la nueva mejor amiga de mery, se enteró de
mi padre y sus vitaminas. Luego las cosas empeoraron, porque vi a mery. Iba caminando con eugenia, y
eugenia, cuando me vio, se echó a reír, y mery... mery también se rió.
Se reía de mí. Naturalmente, eso significa que cuando sonó la campana y salí al pasillo, gaston
estaba allí.
—Ahí estás —dijo, como si me hubiera estado buscando—. Oí que habías
salido corriendo a llorar al baño.
Apreté los dientes. —Bueno, ahora que estás aquí, podría hacerlo.
Él sonrió. —Yo sabía que eras demasiado fuerte como para ocultarte en el
baño, y mucho menos para llorar.
—Correcto.
Su sonrisa se desvaneció. —¿Qué? Yo sólo estaba diciendo...
—Mira, ¿qué quieres? Sí, yo trabajo para el loco de las vitaminas en el centro
comercial. Sí, como estoy segura de que ya has averiguado, también resulta
ser mi padre. Sí, al parecer, la madre de eugenia estuvo en mi casa, y estoy
segura de que ella sufrió mucho, pero ¿sabes qué? Yo no me siento mal por
ella ahora.
—Supuse que tu corazón no se rompería por eso —dijo—. Y creo que se
necesita una cierta cantidad de coraje para usar un traje de abeja.
—Caramba, gracias. Ahora me siento mucho mejor. ¿No tienes una chica que
encontrar y manosear antes del comienzo de clase o algo así?
--cami y yo dejamos de salir la semana pasada. Voy a tratar de no tomarlo
como algo personal el que no te hayas dado cuenta.
—¿Quién puede seguir el ritmo de tus citas?
—Es bueno saber que lo estás intentando —dijo, sonriendo otra vez, y luego
se dirigió por el pasillo.
Hoy en el trabajo estaba en el stand Y entonces pablo y gaston aparecieron detrás de ella, y ella se volvió hacia mí.
Mientras los tres caminaban en mi dirección, sentí mi corazón acelerarse,
pero mery se paró delante del escaparate de una tienda justo dentro de
nuestra sección en el centro comercial, mirando fijamente adentro. pablo paró
con ella, envolviendo sus brazos alrededor de ella.
Gaston fue el único que vino a la cabina. Seguía llevando una etiqueta donde
decía que su nombre era el aprendiz, y dio un toque con sus dedos a la cima
de la caja, mirando dentro.
—¿Así que, tú tomas algo de todo esto?
—Sí. Todo ello. Para de manchar el cristal. —Detrás de él, mery estaba
todavía mirando la ventana.
—Wow, qué arte de vender. No me extraña que tengas una cola tan larga de
clientes.
—gaston ¿qué quieres?
pablo le dijo algo a mery y ella se rió, dándose la vuelta en sus brazos para un
beso y luego quitar un mechón de pelo de su frente. Pensé en todas las veces
que me describió qué haría si ella tuviese la oportunidad de besarle. ¿Qué se
siente que un sueño se vuelva realidad? Yo creo que debe ser la cosa más
maravillosa en el mundo.
—Solo pasaba a decir ―hola‖ a un colega esclavo del trabajo.
—De acuerdo, eso es la razón por la que estás aquí todo el tiempo hablando
conmigo. Oh, espera...
—Deberías haberme dicho que te sentías abandonada. Habría venido antes.
Al segundo que fui contratado, incluso.
—Cállate, gaston. —Mery y pablo se fueron de la ventana de la tienda, andando
hacia la cabina. Hacia mí. El tiempo parecía hacerse más lento a medida que
ellos se acercaban, vi a pablo mirándome y luego mirando a gaston , después miró
hacia otro lado.
mery no me miró para nada. Ella caminó directamente hacia mí como si no
estuviese allí.
La miré mientras pasaba, furiosa, pero también deseando que se hubiese
dado la vuelta, aunque sólo fuese por un segundo.
Sin embargo, ella no se dio la vuelta, gaston dio un golpe en la caja otra vez.
Cuando lo miré, él estaba inclinado un poco, mirándome. — rochi ¿acaso te
gusto? —dijo—¿lo suficiente como para no atropellarme si estuviera casi
muerto en el medio de la calle?
Por un segundo pensé que hablaba en serio, porque me miraba tan
intensamente, como si realmente quisiese saber, pero entonces una chica que
pasaba por allí dijo: —Hola, gaston —y él se dio la vuelta y la saludó.
Sí, yo lo mantenía despierto por las noches.
—Por favor. Si tú estuvieras medio muerto en medio de la calle, claro que
pararía. Y entonces te vería morir.
—rochi… —dijo, pero no alcancé a oír lo que él fuese a decir porque una
mujer vino a la cabina y dijo: —Necesito ayuda.
Comencé a hablar sobre las vitaminas, gimoteando sobre estos que yo había
puesto en el contador, con cuidado de no mirar a gaston. Aún así, noté cuando
se fue.
—Mira —dijo la señora, interrumpiéndome—Sólo quiero saber dónde están
los baños.
—Oh. Sección C, al final del pasillo.
No volví a ver amery, pero me preguntaba qué estaba haciendo. Me
preguntaba por qué me había mirado por ese breve segundo, y deseaba que
significara algo, aunque sabía que no era así. Tampoco vi a gaston, pero no
pensé en él para nada.
Bueno, a lo mejor pensé en él un poco, pero sólo unos pocos segundos.
Diez minutos, como mucho.

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