sábado, 22 de octubre de 2011

AMOR OCULTO CAPITULO 10

La tarde siguiente gaston garabatea algo en su cuaderno
gaston voltea su cuaderno hacía mí.
―No tengo que ir al hospital hoy,_ Dice en el cuaderno. ―¿Quieres ir a algún lado?
Yo asiento con la cabeza y él aparta de un empujón el cabello de su frente y me
da una sonrisa. Yo le doy una de vuelta y empiezo a esperar hasta que la clase
termine.
Po supuesto, la clase parece eterna y cuando finalmente se acaba, lali y peter
están esperando en mi casillero.
―Hey,_ Digo, sorprendida. ―¿Qué esta pasando?
―peter tiene la tarde libre,_lali dice sonriendo. ―Así que estaba pensando en
que tal vez…
Yo sonrió, eufóricamente. Por una vez no quiero tener que pensar en dar una
mentira o algo parecido. ―Claro,_ Digo, ―Puedo conseguir a alguien que me de un aventón a casa.
él mira a lali sonriéndole como si ella fuera
todo su mundo. Antes, yo siempre había encontrado molesta la manera en la que
ellos se comportaban cuando estaban juntos, (bueno, más que molesta). Pero
ahora, lo entiendo.
En realidad no tengo tiempo para pensar en eso, aunque honestamente, tampoco
me hubiera detenido porque gaston esta esperándome en la biblioteca. Después de media hora de que él estuviera tareas y yo preguntándole a donde íbamos a ir y sin obtener una respuesta, finalmente nos dirigimos a su carro.
―No puedo creer que no me dirás a donde vamos a ir,_ Digo mientras salimos del
estacionamiento escolar.
―No puedo creer que gastaste media hora preguntándome la misma pregunta una y otra vez.
―Hey!_ Digo y saco la lengua. ―Así que, ¿Cómo es que no traes ningún libro
contigo? Quiero decir, no es que yo no haya disfrutado el tour a tu casillero, pero
no hay forma en que pudieras haber terminado todas tus tareas.
―Nunca hago mis tareas en casa,_ él dice. ―Bien. Algunas veces lo hago el fin de semana. Pero cuando estaba trabajando, la ultima cosa que quería
hacer cuando estaba en casa era hacer las tareas y yo sólo me acostumbre a no
hacerlas allí.
―¿Entonces cuando las haces?‖
―¿Qué? ¿No crees que puedo hacerlas en media hora?_ Yo entrecierro mis ojos
mirándolo fijamente y él se ríe. ―Las hago en el almuerzo y después de la escuela.
―Oh._ Ahora supongo que sé porque nunca lo veo en los periodos del almuerzo a
pesar de mis ocasionales- bueno, quizá un poco más que ocasionales búsquedas.
―¿Así que no almuerzas con nadie? ¿En absoluto?
―Hey, he oído de esa porquería que le llaman pizza, y estoy muy seguro que no
me estoy perdiendo de nada.
Yo rio y le digo que estaba pensando acerca de eso hace un rato. Pero también
siento un poco de lastima por él, preguntándome por que no comía con alguien.
Pero no sabía como preguntarle al respecto.
―¿Qué?_ él dice.
Yo sacudo mi cabeza.
―Estas tratando de decirme algo.
―No es nada, realmente. Es solo que— Olvídalo, no se como preguntar. Debe ser
duro, ser un estudiante nuevo.
. ―¿A dónde vamos?
―Lo verás.
―Espero que sepas que voy a preguntar hasta que me lo digas.
―Me parece bien. Me gusta el sonido de tu voz.
No estoy tratando de actuar como si me estuviera derritiendo, pero en realidad así
es como me siento. Él tiene ese efecto en mí.
Terminamos manejando por todo el camino que es donde queda la
Universidad
.gaston y yo vamos a un par de librerías, caminamos
de la mano a través de los pasillos. Me doy cuenta cuando estamos en la segunda
librería que la gente parece saber quien es él. Mucha gente. Gente que parecen
universitarios. Sé que él solía vivir aquí, pero ya va mucho más allá. No le
pregunto acerca de eso hasta que él me lleva a una tienda de música en donde
todo el mundo, desde los empleados hasta cada persona que hojea el mostrador
lo saludan y le preguntan que ha estado haciendo.
―Así que supongo que debes de venir mucho por aquí,_ digo.
Él me mira fijamente mientras toca con el pulgar una pila de CDs, sonriendo
cuando encuentra uno y lo saca. ―Mas o menos.
―Hey gaston,_ alguien dice y yo levanto la mirada para ver una absoluta belleza
(universitaria) chica sonriéndole.
―Hey_ él dice, dándole una sonrisa de vuelta y me pongo celosa. Nunca antes
había estado celosa, pero justo en este momento entiendo totalmente porque
lali odia a luna. Totalmente.
―Esta es rocio_ él le dice a la chica y luego envuelve un brazo alrededor de mi
cintura, acercándome.
―Oh,_ dice la chica, sonando decepcionada. Ella me sonríe- enseñándome en
cierta manera una mueca de disgusto- entonces se aleja. Yo le arranco a gaston el
CD que esta sosteniendo y luego lo beso.
―¿Y eso por qué fue?_ el dice. ―Lo que sea que fuera, por favor dímelo así lo puedo hacer otra vez.‖
―Cállate,_ digo entre dientes, pero no hablo en serio y el lo sabe porque se esta
riendo de mi.
Paramos y agarramos algo para comer después él compró el CD y sándwiches en
una pequeña tienda cerca al campus universitarios en donde una vez más, todo el
mundo parece saber quien es él.
―Esta bien,_ digo cuando estamos de vuelta en el coche, dirigiéndonos a casa. ―Sé que solías vivir allí y todo, ¿pero como es que todos esos estudiantes
universitarios te conocen?
―Bueno, mira, yo en realidad soy un estudiante universitario asumiendo ser un
estudiante de secundaria—
Yo le doy un repentino golpe en el brazo. ―Es en serio.
―Realmente no estaba en la secundaria de tiempo completo, porque la banda en la que yo estaba, solía tocar en el campus demasiado así que
—―¿Así es como llega la hermosa mujer y se acerca a ti para saludarte como si todo el mundo quisiera que regresaras a su lugar con ellos?
Él se ríe y me mira fijamente. ―¿De eso se trata todo? Hombre, si tan sólo lo
hubiera sabido. Vamos a regresar cada vez que tengamos la oportunidad de ahora
en adelante.
Yo levanto mis cejas y él sonríe de nuevo. ―Eres linda cuando estas celosa.
―Se supone que deberías decir que soy linda todo el tiempo.
―De acuerdo. Eres linda todo el tiempo.
―No cuenta si lo dices después de que yo lo haya dicho.
Él me sonríe. ―¿Qué tal si lo digo ahora?
―Tal vez,_ le digo, dándole una sonrisa de vuelta. ―Así que si eras el Sr. Popular aqui entonces ¿como es que no te veo hablar con nadie en la escuela?
―Yo le hablo a la gente,_ el dice y luego sonríe a la mirada que yo le doy.
―Lo hago,_ el dice. ―Sólo que—no lo se. Este es mi tercer año en la secundaria entres años y es la misma mierda cada año. Piensas que algo va a ser diferente pero nunca lo es. Todo el mundo tiene sus pequeños grupos y todo se trata de quien esta haciendo que y con quien lo está haciendo, y entre trabajo y todo lo demás es solo que… todo parece inútil. El se encoge de hombros, luego me mira fijamente. ―¿Tiene sentido?
. Pienso en como me he sentido
recientemente en las fiestas, como si fueran una labor con la que debo cumplir.
Pienso en como el almuerzo había parecido hacerse más largo y más molesto
cada día.
―Si,_ le digo. ―Tienes razón.
Paramos en una estación de gasolina justo antes de que lleguemos a nuestra
salida. Mientras él esta llenando el tanque yo voy a dentro y compro un granizado
para mi y una soda jumbo para él. Él sonríe mientras le paso el enorme tarro y
cuando me besa, el sabe demasiado dulce. La cosa sobre los besos de gaston es
que cada uno me hace sentir que el mundo entero se ladea un poco.
Me hace sentir demasiado viva. Y ese es el sentimiento más asombroso.
.
La mañana siguiente estoy exhausta, todas mis clases son un borrón.
Más tarde evito a lali escabulléndome fuera y
caminando alrededor hacia el ala de la escuela donde está la clase de Axel,
chocándome contra alguien mientras me dirijo dentro.
―Lo siento,_ murmuro, y levanto la vista para ver a gaston enfrente de mí, con
preocupación en su rostro y en sus ojos.
―Te ves como si necesitaras salir de aquí,_ dice.
Así que lo hacemos. Nos metemos en su coche y nos vamos. Vamos al cine,
comemos palomitas de maíz, y vemos a una flaca y hermosa rubia representar el
patito feo de la preparatoria, quien es transformada por el amor. Me echo a reír por
la total incredibilidad de una chica como esa siendo un patito feo, le pregunto a
gaston si las personas que hacen las películas fueron incluso alguna vez a la
preparatoria, y luego me duermo, sólo despertándome cuando las luces se
vuelven a prender al final.
―Me quedé dormida,_ digo.
―Sip.
―¿El resto de la película fue tan malo como los primeros diez minutos?
―Peor,_ dice gaston con una sonrisa. ―Ella dio un discurso al final acerca de seguir tu corazón y luego fue coronada reina del baile de graduación.
―Lo siento.
―No lo hagas_ dice, y me saca suavemente el cabellos de la cara hacia atrás con
una mano. Sonrío cuando unas hebras se enganchan en sus dedos.
―No tengo cabello de reina del baile.
―Seguro que lo tienes. Y también babeas cuando duermes.
―¡No lo hago!
―Lo haces. Es lindo.
Le hago una cara, y él se inclina y me besa. ―¿Te sientes mejor?
―Si.
―Bien,_ dice, y se pone de pie, extiende la mano para tomar la mía. ―Vamos.
Nos dirigimos fuera hacia su coche. Sólo hay algunos coches en el
estacionamiento, la mayoría de ellos muy lejos en el otro extremo, y mientras miro
hacia fuera por el parabrisas es fácil pretender que somos la única pareja en el
mundo, sólo nosotros flotando en un extraño mar de asfalto.
―Así que, gracias por la película,_ le digo, contenta de haber acordado que no
tenemos que irnos justo ahora.
―Y las palomitas de maíz. Sin embargo la próxima vez lo compro yo, ¿está bien?
―Sólo si prometes volver a dormirte y babear encima mío de nuevo.
―¡No babeé encima de tuyo!
Él se señala el hombro. ―Justo aquí. Compruébalo.
―No veo nada.
Él me sonríe ampliamente. ―Mira más de cerca.
―¿Y entonces qué? Me acerco por completo a ti y qué, ¿me siento abrumada y
empezamos a besuquearnos?
―Hey, funcionó en la película.
―¿Si?_ digo, y me acerco un poquito más.
―Si,_ dice, y sonrío mientras su boca se encuentra con la mía.
Nos besuqueamos en el coche por un largo rato, tan largo que todas las ventanas
se empañan. Trazo mi nombre por una de ellas cuando nos hemos separado por
un momento, echándome hacia atrás y observando mi dedo deslizarse por el
vidrio frío.
―Espero que sepas que eso no ocurrió en la película,_ dice, besando mi oreja.
―¿En serio?_ tiemblo un poquito, mi mano cayendo de la ventana y deslizándose
por su hombro. ―¿Entonces que pasó?
―Obvio,_ me sonríe ampliamente. ―Ella y la gran estrella de football se besuquean y después hablan acerca de sus sentimientos.
Me echo a reír. Eso suena casi correcto. En realidad lo triste es que con pablo eso
sería completamente lo que… mi voz se va apagando, conciente de que gaston se
ha apartado de mí.
―Lo lamento,_ digo, y me estiro para alcanzarlo.
―Está bien,_ dice, pero de seguro no suena como si lo creyera porque se mueve
incluso más lejos.
Bloom - Elizabeth Scott
―ES sólo que…hablar del novio es, ya sabes, grandioso para el viejo ego.
Especialmente durante--
Gesticula hacia las ventanas aún empañadas.
―pablo no es-- mi voz se quiebra antes de poder terminar, antes de decir ―mi
novio y mentir. Porque tanto como quiero que él no esté en lo cierto ahora, él aun
lo es.
―¿No lo es?_Evan ahora se ha acercado, sonriéndome. ―¿Cuándo rompiste con
él?‖
―Yo--
―No lo has hecho,_ dice, con su sonrisa desvaneciéndose. ―Por supuesto que no lo has hecho. ¿Por qué querrías renunciar al Sr. Maravilla?
―gaston
―Déjame preguntarte algo. ¿Qué soy yo? ¿Algo que hacer cuando él está
ocupado?
―¡No! Ni siquiera quiero estar con él. Quiero estar contigo. Yo sólo…es
complicado.
―Complicado. Como asegurándote que no se entere acerca de mí, así de
complicado, ¿no?
―¡No es así! No planeé esto y sólo estoy…tú me haces feliz. Tan feliz que yo--
inspiro profundamente y miro hacia mis pies.
―Estoy asustada. La manera en que me siento cerca de ti…nunca me he sentido
así antes.
gaston está en silencio. Después de un momento levanto la vista hacia él. Él me
está mirando. Quiero estirarme y tocarlo, pero temo que me aparte.
No quiero eso—estoy aterrorizada de eso—pero no puedo resistirme cuando se
trata de él, y entonces aun cuando mi mano está temblando, la estiro, y paso los
dedos por su mandíbula. Digo su nombre, observo sus ojos revolotear cerrados.
―Lo entiendo,_ dice en voz baja, y luego abre sus ojos. ―El primer par de veces que te llevé a tu casa, el primer par de veces que hablamos, yo—era como si no
pudiera permitirme pensar en ello, ¿sabes? Y luego, después de la noche en que
me lastimé la mano yo sólo…supe que tú estabas con pablo y odié eso, pero
también me hizo sentir mejor. Significaba que no tenía que preocuparme en que
me gustaras mucho, que lo que sea que estaba pasando era porque estabas
aburrida ó porque pablo estaba ocupado ó lo que sea.
―gaston…¬_ digo, ofendida.
―Eso es lo que me dije a mi mismo, de cualquier manera, continuó. ―Pero no era
así. Nunca lo fue. Lo sé. Cuando estoy contigo es--
―Especial,_ digo, y él asiente, se inclina entonces nuestras frentes descansan la
una contra la otra.
―Es asombroso,susurra, y yo cierro los ojos y lo beso.
Después que las ventanas se empañan de nuevo y el sol comienza a bajar,
conseguimos algo para comer y luego volvemos a la escuela.
Desearía que esta tarde hubiera durado para siempre.
Desearía---suspiro, comienzo a ponerme la chaqueta y abro la puerta del coche.
―Hey_ dice gaston, y cuando vuelvo la mirada hacia él, se está mordiendo el labio, viéndose nervioso. ―Mamá va a trabajar hasta muy tarde esta noche. ¿Quieres quieres regresar a mi casa por un rato?
―Si,_digo sin dudarlo. Podríamos ir a mi casa pero no quiero. Quiero alejarme de
ella, de su vacío, de quien soy cuando estoy allí. Quiero ir a lo de gaston. Me siento viva allí, con él. Me siento real.
Él me mira, con ojos atentos, y hermosos, y sé lo que significa lo que he dicho, lo sé.Pero estoy bien con ello. Quiero estar con él más que nada que nada de lo que he querido alguna vez. (no se si se entiende, pero implícitamente estoy aceptando tener relaciones sexuales con él)
Joe está esperando por nosotros cuando llegamos a su apartamento,
enroscándose en nuestros tobillos y ronroneando hola antes de dirigirse dentro de
la cocina. gaston la alimenta y después regresa, sonriendo cuando ve que aun estoy parada en el medio de la sala de estar.
―Puedes sentarte, ¿sabes?
―Lo sé._Tú pensarías que con todas las cosas que he oído de lali y demonios,
visto en las fiestas no estaría tan nerviosa. Pero lo estoy. Quiero estar con gaston,
lo hago. Quizás debería estar preocupada de terminar como mi mamá, pero no lo
estoy. Tomo pastillas para el control de la natalidad, tengo condones, estoy
preparada. Lo que me afecta es que ahora que estamos aquí esto-esto-es todo en
lo que puedo pensar. ¿Cómo será estar tan cerca de alguien? ¿Es de alguna
manera completamente abrumador?
―Te prometo que es totalmente seguro, Quiero decir, he perdido un par de pares
de calcetines allí dentro y había una bolsa de patatas fritas que desapareció…_
Le echo un vistazo, y él me está sonriendo. Le hago una cara y me dejo caer en el
sillón, luego le lanzo una almohada decorativa que ha sido maltratada por las
garras de Joe a la cabeza. ―Ya sabes, reírte de mí no es realmente--
―¿Qué?
―Tú sabes._ Le echo una mirada al pasillo, de regreso a su dormitorio, y siento que mi cara se calienta.
Él se sienta junto a mí, aclara su garganta. ―Mira, yo estoy---se detiene.
―¿Qué?
―No lo sé._ Se ríe, con su rostro un poco ruborizado. _por lo general puedo pensar en algo que decir, pero ahora-- Hace una gesto de nada‘ con una mano.
―Te estás sonrojando,_digo, y comienzo una risita tonta.
―Bonito,_ dice, y ahora su cara es rojo brillante. ―Exactamente como me imaginé este momento.
―¿Te imaginaste esto?
Me mira, con las cejas levantadas. Le devuelvo la mirada, y él se vuelve todavía
más rojo.
―¿Qué? Soy un chico. Es lo que hacemos. Quiero decir, no es que sea algún tipo
de—oh diablos.
―Dulce parlanchín._Me incliné hacia él, escucho retener el aliento. Eso me hace
retener el mío también.
―rocio_ dice, en apenas un susurro, y podría escucharlo decir mi nombre por
siempre. Entonces me toca, y quiero que eso también dure para siempre.
No es que todo sea perfecto. El sillón es medio angosto y ambas piernas de gaston se siguen deslizando fuera de él. Parece que no puedo desabotonar su camisa tampoco-qué importa que haya sido perfectamente capaz de trabajar los botones en todo otro momento de mi vida-y me encuentro deseando haberme puesto cualquier otro brasier aparte de mi simple y aburrido blanco. Pero a pesar de todo esto, ó tal vez por ello, todo se siente mucho más real. Soy conciente de todo, de las manos de gaston sobre mi piel, de su boca, de la manera en que me mira y cómo me hace sentir eso y ahora
Ahora oigo algo. gaston y yo nos miramos el uno al otro, y hay un sonido muy
definido de alguien afuera, de una llave girando. Ambos nos separamos de un
brinco, y yo me empujo hacia arriba, empiezo a arreglarme el brasier, y luego me
acomodo para cerrar mi camisa. Cruzo los brazos por mi pecho en lo que espero
sea un tipo de manera juro-que-no-he-estado-revolcándome-en-el-sillón.
La puerta se abre y Mary entra, dejando caer una cartera en el suelo y
dirigiéndose directamente a la cocina. Ella se ve exactamente como la recuerdo y
aún así nada igual al mismo tiempo. Su rostro es el mismo, pero hay arrugas
alrededor de sus ojos y boca. Ella debe haber sido tan joven cuando estuvo con
papá. Nunca me dí cuenta. Su cabello también es diferente, más largo y jaspeado
con un rojo oscuro, pero su sonrisa aun es la misma, y me doy cuenta con un
sacudón que es como la de gaston, que ellos comparten la misma radiante sonrisa
amplia.
―Dios, qué casa de locos,_ llama ella, todavía sonriendo y dirigiéndose hacia la
cocina. ―Sé que estás escondido en tu cuarto pretendiendo hacer la tarea, pero
tienes que oír esto. Cuatro enfermeras ya han llamado reportándose enfermas
para mañana, así que ¿calcula quien tiene que quedarse a trabajar para suplirlas?
Sólo estoy aquí para agarrar un cambio de ropa y…_ deja de hablar, se frena hacia el sillón.
―¿rocio?_ dice, su voz anonadada.
―Hola, Mar..Sra.hola, _digo.
―Bueno, no esperaba—Mírate,‖dice. Su sonrisa regresa pero no tan amplia, ni
tampoco tan real. ―¿Cómo estás?
―Estoy bien. ¿Cómo—está usted?
―Todo bien,_ dice con una pequeña casi-sonrisa. ―Ocupada. Wow, es tan
sorpresivo verte. Ha pasado realmente mucho tiempo, ¿no?_ Ella definitivamente
no está sonriendo ahora, y yo sé en quien está pensando.
―Si,_digo tentativamente. Ella sacude la cabeza, y la sonrisa no muy real de antes está de vuelta en su cara.
―Me gustaría quedarme y ponernos al día, pero debo regresar al trabajo. Sin
embargo, si descubres a quien está viendo gaston, debes dejármelo saber, ¿está
bien? Él no me dice nada de ella.
gaston se tensa, y veo que Mary se da cuenta de su arrugada camisa. Mi arrugada
camisa.
―Oh,_ dice categóricamente. ―Ya veo. Pero…La Sra. martinez, una de nuestras
voluntarias, ella siempre está hablando de ti, la grandiosa novia de su hijo pablo.
Ella incluso te mencionó cuando me la encontré ayer. ¿Imagino que aun no sabe
que ustedes dos han dejado de salir?
Bajo la mirada al piso.
Hay silencio por un momento, y entonces Mary suspira. ―Igual que tu padre,_ dice en voz baja, y la forma en que lo dice, sin ninguna sorpresa en absoluto, me
destruye.
―Mamá,_ dice gaston, pero yo ya me estoy empujando fuera del sillón y dirigiéndome a la puerta, mi cara quemando, sus palabras sonando en mis oídos.
Afuera toqueteo mi camisa, abotonándola mientras corro escaleras abajo. Igual
que tu padre. Ella tiene razón. Dios, tiene tanta razón. Yo nunca—estaba tan
preocupada acerca de ser como mamá que nunca me di cuenta que soy igual que
papá también. Él siempre había tenido otra novia en fila, siempre había seguido
hacia alguien nuevo antes que la persona que supuestamente él amaba supiera
que ya no la amaba más. Todo lo que es horrible en mis padres-lo tengo todo.
Cada último pedazo podrido.
Mierdo mi labio fuerte, deseando que mis ojos paren de arder, y me dirijo
rápidamente a través del estacionamiento, cruzo la calle. La escuela está a mucha
distancia, pero puedo caminar hasta allí. Tengo que hacerlo. No puedo regresar al
apartamento, no ahora, ni nunca de nuevo. Un coche toca bocina mientras me
pasa zumbando y me muevo más lejos a un lado del camino, el suelo es un borrón
enfrente de mí. Nunca lloro, jamás, pero mis ojos lagrimean y estos extraños
sonidos están destrozando mi garganta y saliendo de mi, y no puedo detenerlo.
Me quedo de pie allí, con mi cuerpo temblando por completo, y lloro por primera
vez en años.
―¡rocio!
Oh, Dios, es gaston. Miro por encima de mi hombro para verlo venir hacia mí.
Vuelvo la mirada al suelo y apretujo mis ojos cerrados, intentando detener las
lágrimas. No funciona.
Lo escucho detenerse a unos pasos de mí, y cuando habla, su voz es débil sobre
los sonidos de los coches que pasan. ―Lo lamento.
Mis ojos se abren, y me doy la vuelta, mirándolo. ―¿Qué?
―Lo lamento,_dice nuevamente, y se acerca, estirando la mano como si me fuera a tocar.
―No,_digo, y doy un paso hacia atrás. ―Tú-tú no deberías decir eso. No necesitas hacerlo. Yo si. Lo lamento. Tengo-He tenido tanto miedo de ser como mi madre,de que vaya a hacer las mismas cosas que ella, que no me di cuenta que soy igual que mi padre. Soy igual a ambos y soy-_ Estoy llorando aun más fuerte ahora, parada allí sintiéndome en carne viva y rota e incapaz de evitar decir que lo que temo es verdad. ―Soy abominable.
―No eres abominable.
―Lo soy._ Estoy llorando tan fuerte ahora que apenas puedo respirar.
―No lo eres.
Niego con la cabeza y me vuelvo, no queriendo que él me mire. No soy digna de
ser mirada.
―Hey,_ dice, y estira la mano, me gira para que lo enfrente. ―Mírame. Nosotros no somos ellos, rocio. No eres tu madre ó padre más de lo que yo soy mi madre. Tú eres tú y yo soy yo y yo te amo.
Dejo de llorar. Acaba de..
—―¿Qué dijiste?
―Te amo.
―gastonn,_ digo, ―gaston,_ y entonces él me está besando y yo lo estoy besando, y nos estamos dirigiendo de regreso al apartamento, donde seremos sólo nosotros dos,y si es imprudente ó incorrecto ó ambos, no me importa. Estoy con él y es exactamente donde quiero estar.

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