sábado, 22 de octubre de 2011

AMOR OCULTO CAPITULO 9

El sábado por la mañana, gaston y yo vamos a comprar provisiones. Pasé la noche
anterior en una fiesta, estuve observando a la gente pasar frente a mí y hablarle a
pablo y asentir hacia mí mientras el brazo de pablo siguiera descansando
suavemente sobre mis hombros. Bebí cerveza y veía a la gente emparejarse.
Escuché a peter hablar acerca de una cosa de verano que él y pablo querían
hacer, le sonreí alegremente a lali cada vez que me preguntaba si yo estaba
bien. Pensé que la noche nunca terminaría, permanecí ahí aburrida y pensando en
gaston.
―¿Estás segura de que no hay nada que quieras contarme?_ Me preguntó lali
con los ojos fijos en mi rostro, como si supiera exactamente en qué—o
en quién—había estado pensando toda la tarde.
―¿A qué te refieres?‖
―Es sólo que—espera. dijo ella por el celular, ―
―Dios,_ dijo ella cuando colgó y frotó su mano contra su frente nuevamente.
¿Qué era lo que estaba diciendo justo antes de empezar
Ella apuntó a su celular.
―No lo recuerdo,_ Le miento.
Pero en verdad me sentí aliviada, y cuando me despierto lo único que puedo
pensar es que veré a gaston pronto, y que pasaremos todo el día juntos. Él parece
estar casi dormido cuando lo recojo, él está parado afuera de su complejo de
apartamentos esperándome, apoyándose contra una señal de pare con sus ojos
más que medio cerrados.
―Hola,_ le digo, y los abre lentamente, me guiña, y luego sonríe.
―Hola.
―Te ves un poco cansado.
―Eso es porque es muy temprano.
―¿Estás seguro de que quieres venir?
―Es estar contigo,_dice él suavemente. ―Por supuesto que quiero ir.
Me inclino hacia él y lo beso cuando entra al auto. Él se veía despeinado y
maravilloso. Le paso el café que le preparé.
―¿Puedo quedarme con el tazón?
Me río, y conducimos hacia el supermercado. No he estado en el supermercado
con alguien hace mucho tiempo, y comprar con él es divertido. Aprendí que a él le
gustan las manzanas, pero no las naranjas; que él sabe hacer omelet; y que él no
entiende qué importancia tiene el abastecerse de helado súper elegante cuando
está en oferta.
―Te tomará un mes comerte todo esto,_ dice él mientras yo echo otra pinta de
helado de chocolate con chips de chocolate dentro del carrito. ―Y eso pasaría si lo único que comieras fuese helado tres veces al día, todos los días. Tú sabes que
no van a salir corriendo, ¿cierto?
―Ja ja. Están en oferta. Es una ganga.
―¿A cuatro dólares la pinta se considera una oferta? Espera, ¿en verdad acabo de decir eso? Demonios. Soné como a mi mamá._ Él comienza a tirar más pintas de helado en el carrito. ―¡Rápido, compra más! ¡Compra montones! ¡Es una ganga!‖
Me río y cierro la puerta del congelador. Él se para detrás de mí y pone sus manos
sobre las mías en el carrito, entrelazando nuestros dedos. ―¿Y ahora qué?
―Ahora hemos terminado. Y si eres simpático, dejaré que me acompañes a mi
casa y me ayudes a poner todo en su lugar.
―Wow, tu sí que sabes cómo hacerle pasar un buen rato a un hombre.
―Eso intento.
Él se ríe, besa mi cuello, y luego bosteza. ―No sabía que los supermercados
abrían tan temprano.
―No es tan temprano. Además, la mejor hora para venir es en la mañana, antes de que se llene y cosas así. Antes de que alguien que vaya a la escuela con
nosotros pueda vernos.
Él se aleja un poco de mí, sus dedos comienzan a separarse de los míos, y me
doy vuelta para mirarlo. Él no está sonriendo, y sé que se da cuenta de qué es lo
que estoy haciendo. Miro hacia otro lado, miro a las revistas y finjo que sus
portadas me fascinan. Una de ellas tiene un título en letras gigantes, ―Alerta de
Novios: ¿Te está engañando?
No, pero yo lo estoy engañando a él. Estoy engañando a mi novio. No soy
perfecta, pero nunca pensé que haría algo así ¿Es esto lo quiero ser?
No lo sé.
No lo sé, pero no dejo que sus manos se alejen. Por el contrario, las miro y
acaricio con mis dedos sus nudillos, observo mientras sus dedos se ponen tensos,
y luego se relajan y se enroscan alrededor de los míos nuevamente.
Luego de que pago por las provisiones, conducimos de vuelta a mi casa y las
ponemos en su lugar. Comemos helado y hablamos de todo—colegio, películas,
música, libros. Puedo hablar con gaston de lo que sea. De cualquier cosa excepto
de una. No hablamos acerca de pablo y yo. Y me doy cuenta de que quiere
hacerlo, y sé que deberíamos, pero es que—no sé qué hacer. Debería, lo sé, pero
no lo sé. Alejo todo eso de mí, y me concentro sólo en gaston y lo feliz que él me
hace, pero esa noche, cuando gaston va al hospital a ayudar con una colecta de
donaciones de sangre que su mamá está coordinando, es lo único en lo que
puedo pensar.
Es lo único en lo que puedo pensar porque estoy sentada en la casa de pablo,
cenando con sus padres
me está sonriendo, y yo lo estoy engañando.
Dave nunca me haría esto.
― estoy orgullosa de ti, y opino que tienes una novia maravillosa ¿Qué hay
de malo en eso?_ Su voz es burlona también, llena de amor para él.
―Ella es bastante maravillosa,_dice pablo, y oigo a su madre murmurar que tiene
razón, y a su padre hacer lo mismo.
No creo que me vea maravillosa, en lo absoluto.
Pero lo intentaré, me digo a mí misma, luego de que pablo me ha llevado a mi
casa. Sigo pensando en el titular de la revista, en gaston mirándome y sabiendo por qué habíamos salido tan temprano, en que él no preguntó qué iba hacer esta
noche cuando se fue. Pienso en pablo sonriéndome. Pienso en él diciéndole a su
familia lo maravillosa que soy. Cepillo mis dientes, miro al espejo los ojos de mi
madre, y pienso sobre lo que ella le hizo a mi padre. Pienso en lo que ella me hizo
a mí. Ella sabía cómo herir a la gente. Ella era buena en eso. No tengo por qué ser
así.
No creo poder hablar con gaston. No todavía. Mañana hablaré con él.
Mañana le voy a decir que—no sé.
―¿Qué es lo que no sabes?_ Levanto la mirada y lali me está observando,
confundida.
―¿Qué?
―Tú dijiste que no sabías. Así que ¿Qué es lo que no sabes?
―Oh, es sólo que— Apunté hacia mi tarea. ―No tiene sentido.
Ella asiente, y se vuelve hacia sus propios libros. Pongo mi mirada sobre mi
cuaderno, sobre mi lápiz que dibuja círculos en él. Podría decirle que no me siento
bien y llamar a gaston en cuanto ella se vaya.
Desearía poder irme simplemente y no tener que preocuparme por ello. Desearía
poder irme y no volver. Desearía—
Ahora sé cómo se sintió mi madre, qué es lo que debió haber pensado antes de
irse. Desearía poder irme simplemente. Oh, Dios. No lo haré. Yo no seré así.
―¿Así que qué ha pasado entre tú y peter?‖ Pregunto, y escucho cuando lali
habla. La escucho y no me voy. No lo haré.
En el colegio, el lunes, me limito a lo que tengo. Estoy feliz y sonriente cuando veo
a pablo, paso el almuerzo hablando con él, con lali y con peter. Esto es
bueno, me digo a mí misma. Esto es quien se supone que soy. Acerco mi silla más
a la de pablo, Aprieto la mano de pablo, me inclino hacia él y lo beso, y le digo que lo veré más tarde. Miro de vuelta hacia donde está Daniela con su novia. Ella se ve tan feliz.
Me miro al espejo y finjo estar arreglando mi cabello. Estoy sonriendo, pero la sonrisa que está en mi cara no se parece en nada a la de daniela.
―No te había visto tan feliz hace siglos,_ dice lali, y observo como mi sonrisa se
vuelve más grande. Me siento completamente vacía por dentro.
Pero estoy haciendo lo correcto, finjo tener retorcijones para saltarme música e
historia del mundo, y me escondo en la oficina de la enfermera hasta que la
jornada se acaba. Cuando el último timbre suena, me encamino para encontrarme
con lali y que me lleve a casa. Quizás incluso le diga que la acompañaré a
recoger a sus hermanos, para mantenerme ocupada hasta—hasta más tarde.
Pero cuando me encuentro con lali en su casillero, lo que digo es, ―Olvidé una
estúpida cita que hoy tengo con el dentista, debo ir a encontrarme con papá afuera
de la consulta.
Luego, voy a la biblioteca.
***Bloom - Elizabeth Scott
gaston está ahí. Lo veo en cuanto entro, sentado en una mesa de atrás, y en el
momento en que lo hago, me siento tan aliviada, tan feliz, que me doy cuenta de
que todo lo que me he dicho acerca de lo que quiero y lo que haré no es lo que
quiero, en lo absoluto.
Camino hacia él, y sonrío cuando él levanta la mirada y me ve.
―Hola,_ dice él. Su voz es suave, cautelosa. Él no está sonriendo.
―Hola,_ le digo. ―¿Me puedo sentar?
―¿Estás segura de que quieres?
―Estoy segura.
Él asiente. Él sigue sin sonreír. ―¿En serio? Porque ayer no hablamos, y hoy no te he visto. Pensé que quizás me estabas evitando, que quizás tú y pab—
―No,_digo, empezando a mentir, y luego me detengo. ―Quiero decir, sí, estaba
evitándote. Pero no es por…
―Sé su nombre.
―Lo sé,_ digo, mordiéndome el labio. ―Pero no es por él. Soy yo. Yo sólo—yo
estaba tratando de entender ciertas cosas.
―¿Y lo hiciste?‖
―Eso creo,_ digo, y me atrevo a sentarme, a deslizar mi mano a lo largo de la mesa hacia la suya. Por favor, pienso, por favor, y me siento mareada de alivio, con alegría, cuando nuestros dedos se tocan, cuando él mueve su mano a lo largo de la mía en una caricia.
―Te extrañé,_ le digo. Entonces, él sonríe, y sonríe de verdad.
―Yo también te extrañé,_ dice él, y puede que yo sea una mala persona. Pero soy feliz.
***
Nos quedamos en la biblioteca por un rato, fingiendo hacer tareas, pero en
general, besándonos en la sección de consulta. Cuando nos vamos yendo,
cruzando el estacionamiento juntos, oigo a alguien gritar el nombre de gaston.
Ambos nos damos vuelta, y peter se encuentra un par de filas más allá, parado
junto a su auto.gaston ―Sabía que te había visto. _Él me da una mirada
indescifrable. ―Hola, rocio
―Hola,_ gaston y yo decimos, Y luego peter le dice algo a gaston, y gaston le
responde algo, pero no lo oigo porque no estoy escuchando. Estoy demasiado
ocupada pensando en qué hubiese pasado si lali hubiese estado con él. gaston y
yo no estamos tomados de la mano ni nada, pero lali hubiera adivinado
qué es lo que está pasando, estoy segura.
―Entonces, supongo que te veré por ahí,_ dice gaston, con su hombro rozando el
mío y sacándome de mis pensamientos.
peter asiente. ―Sip, nos vemos._ Él me lanza otra mirada y luego se mete dentro
de su auto. Me pregunto si le dirá a lali.
No sé si quiero o no quiero que lo haga. A veces, ser yo es realmente confuso.
―Oye tú,_ dice gaston, moviendo una mano frente a mi cara. ―¿Estás bien?
―Sip._ Asiento con la cabeza. ―Es sólo que no sabía que tú y peter, ya sabes,
que eran amigos.
gaston se encoje de hombros. ―Trabajé con su papá y peter vino y
trabajó un turno un par de veces.
―¿peter? Pero pensé que su familia era… Yo no sabía que su papá trabajaba—
―No todos los padres diseñan casas de un billón de dólares para poder vivir.
―Eso no es lo que—es sólo que. No lo sabía,_ le digo. ―lali nunca me ha dicho
nada.
―Quizás ella no lo sabe.
―Quizás,_ le digo, pero luego recuerdo que ella me había dicho que peter
necesita una beca para ir a la Universidad. Recuerdo que el día después de que
gaston y yo nos besamos por primera vez, ella me dijo que peter tenía que irse a
casa porque su padre se había lastimado… ―La noche que tú te heriste la mano
¿Hubo alguien más que se haya herido?
Bloom - Elizabeth Scott
―Sí. La misma tarima que golpeó—él tiende la mano—―agarró al papá de peter
por el brazo. Le hizo un corte muy profundo. Se veía muy asqueroso. En verdad,
ellos querían que él fuera al hospital pero…_ se encoje de hombros.
―¿Pero qué?
―Él no podía. Él no tiene seguro.
―Pero si él trabaja ahí la jornada completa, él podría…_ me fui apagando,
pensando en el trabajo de gaston ―Él trabaja ahí como—como tú lo
hacías.
gaston asiente. ―Él solía trabajar para una planta, pero él dice que cerró hace un par de años atrás, y después de eso el trabajo en Anderson fue lo único que pudo
encontrar.
―Wow. Siempre pensé que la vida de peter era tal como la de pablo, que él
nunca tenía nada en realidad por lo cual preocuparse. Quiero decir, él tiene un
auto, juega fútbol, es popular. ―¿A él… a él también lo despidieron?
―Sí,_ dice gaston. ―Lo despidieron. peter dice que él está buscando trabajo, pero no hay muchas opciones por aquí.
―Pero él está bien, ¿cierto? Me refiero a su brazo, ¿está mejor?
gaston asiente. ―Aunque si esa tarima hubiese sido un par de pulgadas más
grande…_ Él niega con la cabeza. ―Habría sido mucho peor.
Podría haber sido gaston. Él podría haber estado parado donde el papá de peter
lo había estado. Él podría haberse herido algo más que la mano. Si las cosas
hubiesen sido tan sólo un poco diferentes—
―Podrías haber sido tú,_ digo, y mi voz está temblorosa. Alargo la mano y tomo su mano. No me importa si estamos en el estacionamiento. Bajo mi mirada hacia sus dedos, a sus uñas mordidas, con los moretones casi invisibles. ―Tú podrías
haber… tú podrías haber salido muy herido. Tú podrías—
―Oye,::_ dice con suavidad. ―Estoy bien. Y prometo que si encuentro otro trabajo seré extra cuidadoso.‖
―¿Otro trabajo?_ Mi voz sigue estando temblorosa.Bloom - Elizabeth ―Sí, una vez que mamá pase a través del proceso de hacerme voluntario del
hospital para compensar el hecho de haberle mentido—sólo tengo dos semanas a
partir de mañana—tengo que obtener uno. Quiero decir, la Universidad se acerca,
y dudo que me gane una beca, así que—
―¿Y tu mamá no puede ayudarte?
―Sí, pero ella tiene su propio préstamo para la universidad que pagar. Ella dice que no le importa, pero yo no quiero que ella se endeude más por a mí.
―Tú… tú no estarás planeando trabajar en un lugar como ese nuevamente,
¿cierto?
―Tienes tres oportunidades para adivinar como a quién suenas. Te daré una pista.
Cuatro letras, dos que se repiten.
―Qué chistoso. Estoy hablando en serio.
―Yo también estoy hablando en serio. Suenas igual que mamá.
―¡gaston! Yo sólo, yo no quiero que te hagas daño.
―Tú no deberías preocuparte por mí.
―No puedo evitarlo. Me gustas, tú… idiota.
―¿En serio?_ dice él, sonriendo, y se inclina hacia mí.
―Sí, en serio,_ le digo, y luego me besa, ahí mismo en el estacionamiento. Y yo
también lo beso.

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