Cuando me visto, veo mi coletero elástico en mi mano, y luego mi pelo. Trato de imaginarme caminando en la escuela con el pelo suelto. Caminaría por el pasillo y vería a Gaston y él...
Él probablemente me preguntaría qué pasaba. Y entonces me sonreiría y diría...
Me sonreiría y diría...
No se. ¿Qué diría?
¿Qué me dirá hoy?
—¡Lo sabía! —cande dice cuando contesta el teléfono y le cuento lo que pasó con pablo y luego con gaston en el trabajo y pido consejo—. Yo sabía que acabarías con gaston.
—¡No lo sabías! Ayer dijiste que sabías que no podía recogerte debido…
—A una persona especial —dice—. Simplemente asumiste que quise decir pablo, pero yo sabía que sería gaston. Es totalmente obvio por la forma en que hablas de él.
—De ninguna manera, no sabes... ¿De verdad sabes?
—Sí —dice ella—. Te gusta gaston.
—Yo... sí, me gusta —digo, y luego le cuento todo lo demás sobre anoche.
—Cuéntame la parte de la piedra de nuevo —dice cuando termino.
—¿La parte de las piedras? Él y yo terminamos atrapados por mi madre, que se comporta completamente como mamá conmigo, y ¿quieres qué te cuente sobre las piedras otra vez?
—¿Sabes cuántas personas tienen a chicos haciéndoles una visita y tirando piedras a su ventana para que puedan hablar sobre cómo se sienten? Una. Tú. Lo eres en todo el
ancho mundo, rocio. Apuesto a que fue mucho más romántico de lo que lo hiciste sonar también.
—Sí, con mi madre comportándose completamente como mamá fue algo ardiente.
—Oh, sólo admítelo ya —ella dice—. Te gusta. Le gustas. Tienes todo un romance sucediendo.
—Muy bien. Vamos a huir y vivir felices para siempre y puedes venir a quedarte con nosotros en nuestro gran castillo de piedra… Oh, espera, Jackson tiene uno de esos y su vida no es un cuento de hadas para nadie en ella excepto él.
—Escúchate —dice ella—. No sabes exactamente qué va a pasar cuando lo veas y te vuelvas loca. Bueno, más loca de lo normal. Sólo vas a tener que confiar en que cuando te dijo que le gustas quiso decir eso y…
—Deja de ser toda... tú —digo, riendo, y luego añado apresuradamente—: ¿Crees que lo dijo en serio?
—Sí —dice—. Así que acércate a él cuando lo veas y sonríe y luego…
—¿Acercarme a él? Yo no me acerco a la gente y empiezo a hablar. Sabes eso.
—Él vino a hablar contigo, ¿verdad? —Cuando no digo nada, ella dice—: Sabes que tengo razón. Así que sigue adelante y finalmente saca todo lo que hay, rocio.
—Está bien, lo haré. Pero tú tienes que encontrar tres escuelas a las que desees ir y empezar a aplicar solicitudes.
—rocio…
—No, voy a hablar con gaston, y luego esta noche me puedes contar sobre las escuelas, y cuando salgas iré de visita y…
—No tengo que hacer eso —dice ella.
—También tienes qué. Aún tienes tu bloc de dibujo y no es como si hubieras olvidado cómo coser. Quiero decir, todavía estás confeccionando ropa, así que…
—No lo entiendes. No va a suceder, ¿de acuerdo? No tengo que hacer eso. No quiero hacerlo. Yo no quiero… no quiero volver a fracasar.
—cande…
—No tengas miedo con respecto a gaston —ella dice—. Aprovecha la oportunidad y trata de ser feliz, ¿de acuerdo? Entonces puedes contarme cómo es.
—Pero…
—Hablare contigo más tarde —dice, y cuelga.
Así no es como las cosas tienen que pasar. cande Se supone que vuelva a la escuela. No se supone que…
No se supone que se asuste tanto. Pero está asustada. Termino recogiendo mi cabello y voy a la escuela.
No hablo con gaston cuando llego allí. De hecho, no hablo con nadie cuando llego. Pasé tanto tiempo hablando con mamá y luego con cande que termino llegando a la escuela después de que la última campanada para el primer período ya ha sonado.
Veo a pablo en el pasillo antes del segundo período, tomado de la mano con una chica mientras un grupo de personas, la mayoría chicas, caminan con ellos. Está llevando su libreta, con su cubierta solamente desgastada lo suficiente para que todos puedan ver que hay un montón de escritos debajo, y está hablando realmente en voz alta acerca de cómo nuestra generación no sabe como sentir las cosas. Me ve, sonríe, y dice:
—Gracias por lo de anoche, rocio. Fue increíble.
La sonrisa de la chica se atenúa y me mira ferozmente. Todas las chicas alrededor de él me están mirando fijamente, la mitad con deseos escritos por todas sus caras, la otra mitad con una mezcla de tristeza y enojo.
pablo es sólo un chico. Y ni siquiera uno muy agradable. No puedo creer que no lo veía. No quería verlo. No pensé que alguna vez se fijaría en mí realmente, y al final, no lo hizo.
¿Y ahora? Bueno, ahora creo… no, sé, que me merezco algo mejor.
—Siento haberme tenido que ir precisamente después de que llegaras pero, bueno, el trabajo es más importante que tú —digo—. Ah, y mi mamá dice que si quieres venir otra vez y hablar sobre cuánto te gusta su viejo programa de televisión y esas cosas, debes llamar primero, porque está realmente muy ocupada. Y también me pidió que te dijera que es agradable que ‘Dream Girl’ sea sobre ella, pero que es la decimosexta o decimoctava canción que ha sido escrita para ella y, por tanto, no está interesada en escucharla.
Las chicas con las caras llenas de deseos se ven sorprendidas. Algunas de las que lucían enojadas sonríen. Su chica parece desconcertada, y luego dice:
—Dijiste que “Dream Girl” era sobre mí.
—Yo… —pablo dice, y yo me alejo. No necesito escuchar lo que tiene que decir. No quiero oírlo. Estoy segura que voy a escuchar todo sobre su versión de esto en el trabajo de todos modos.
Tal vez voy a detenerme en el camino y comprar tapones para los oídos.
Y luego veo a gaston. Está parado afuera de la puerta de mi clase, con las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros ante algo que vicco dice. Cuando lo veo, se da la vuelta y de alguna manera se las arregla para derribar un refresco de la mano del chico parado junto a él.
El refresco aterriza sobre vicco, que pisotea fuertemente más allá de mí, jurando y haciendo una mueca por su camisa empapada. Él también tiene un ojo negro.
Me acerco a gaston.
—Hiciste eso a propósito —digo.
gaston se encoge de hombros.
—vicco fue la única persona que me habló cuando me mudé aquí, y a veces todavía es ese chico, pero otras veces... bueno, otras veces necesita un refresco derramado sobre él.
—¿O que lo metan en un casillero? ¿O conseguir un ojo negro?
—Sí —dice, y me sonríe.
Ojalá hubiera notado cuán dulce era su sonrisa antes. Ojalá lo hubiera visto realmente. Pero al menos lo veo ahora.
—Oye, yo, uh… toma —dice, y saca un pedazo de papel doblado de su bolsillo.
Lo abro. Dice que rocio es propietaria de la Estrella 4356473, y tiene un pequeño mapa de cómo encontrarla en el cielo nocturno.
—¿Me compraste una estrella?
Se sonroja.
—¿Recuerdas cuando dijiste…?
—Lo recuerdo. No pensé que lo hicieras. No pensé que tú… No puedo creer que hayas hecho esto. —Trazo la ubicación de la estrella con un dedo—. Gracias.
Se encoge de hombros, pero todavía está sonrojado.
—Estaba pensando…
Un maestro que pasa al lado dice:
—La asistencia a clase no es opcional, lo saben.
Y gaston dice: —Sí, está bien. —Y se da la vuelta, dispuesto a marcharse.
—Oye —digo, y se detiene y me afronta— Podrías… tal vez en algún momento podríamos buscar mi estrella o algo así.
—¿Sí? —dice, y yo tomo una respiración profunda.
—Me gustaría —le digo, y, al final, no es difícil hablar con alguien que me gusta. No cuando gaston está sonriéndome como ahora.
—Te dije que estábamos destinados —dice, sin dejar de sonreír, aún tan gaston, que siempre estaba aquí pero que simplemente no lo veía, y ahora…
Bueno, ahora lo beso.
Y sólo para que conste, es totalmente digno del pase de retardo que termino recibiendo.
Fin.



