miércoles, 8 de febrero de 2012

LA REGLA NO ESCRITA CAPITULO 1

Capitulo 1:
El me gustó primero, pero no importa.   
Todavía me gusta.
Eso tampoco importa.
O al menos, no se supone que lo haga.

Eugenia y Gastón se estaban besando. Trate de no darme cuenta, pero cuando tú eres la única persona en la sala que no está con otra persona, es algo difícil no hacerlo. Además, la película que Eugenia había escogido ya la había visto. Más de una vez. Treinta y siete veces, para ser exactos. Sé que es mucho, pero a Eugenia realmente le gusto, y es mejor que lo que pasa en mi casa, inclusive que los servicios o las noticias. Y ni hablar de las comedias de hace años. Las favoritas de papá, o los dvd´s de mamá, hechos con imágenes de ella en diferentes concursos de cocina.. Así que puedes ver porque prefiero ver una película y por qué, a partir de ahora, estoy en la observación número treinta y siete de "Boy Meets Girl, chica se derrite por el muchacho, chico se enamora de chica, chico le da cáncer y muere mientras la chica es valiente y sólo llora una vez, al final, cuando el chico dice: "Yo voy a esperar por ti, y luego muere. Admito que lloré la primera vez que la vi. Y la segunda. Pero para la tercera vez, empecé a preguntarme acerca de la mejor amiga de la chica, que se presenta en intervalos periódicos durante toda la película para apoyar a la chica, por lo general, proporcionando helados y / o haciendo algo estúpido como enganchar su falda en la puerta y tirando hasta las lágrimas para lograr zafarse.
De todos modos, por tercera vez, empecé a preguntarme acerca de ―la mejor amiga. ¿Por qué tiene que ser torpe y absurda? ¿Ella no se cansa de demostrar su apoyo, y comer helado? (Bueno, quizá no tanto de lo último). ¿Cómo vive la mejor amiga en realidad? Tiene que hacer algo cuando ella no está perdiendo la falda o diciendo: "¡Oh, eres tan valiente!" Hasta ahora, la mejor amiga ha sido la sustituta… al menos en mi mente: Una usuaria de la heroína en secreto (esa fue la semana que Gastón llamó a Eugenia para ver una película india sobre el modelo que estaba flaca por el consumo de la heroína y como todo el mundo le decía lo guapa que era ella hasta que murió).Terminé yendo con ellos, porque Eugenia dijo que quería alguien con quien hablar cuando llegara lo aburrido. Pero lo que vi de la película fue genial, y regresé y la vi con mi madre más tarde. Ella dijo que era "deprimente. Pero al menos pude ver la realidad del asunto, ella era: 1.—Una espía (porque ¡hola, obvio es impresionante!) 2.—Una súper heroína que está tratando de salvar al mundo mientras mantiene su disfraz como una chica torpe de modales suaves (otro obvio, pero impresionante punto). 3.—Esta enamorada del chico, se aman a sus espaldas, y tienen reuniones secretas, cuando la chica se encuentra en uno de sus montajes musicales y el chico le dice a la mejor amiga que él realmente la quiere, pero no quiero lastimar a la chica, y la mejor amiga está de acuerdo, porque ella es realmente una buena persona a pesar del hecho de que está totalmente enamorada del novio de su mejor amiga Esto último es, bueno, trato de no pensar en ello, pero realmente lo hago. Lo hago porque puedo ver lo que sucede en la película, quiero decir… la mejor amiga es una persona agradable. En realidad, lo es. Ella no puede ayudar por la manera en que ella se siente por el chico. Ella realmente no puede. Confía en mí en este caso. Que podría ser… oh, olvídalo. Lo soy. Yo soy esa chica. A la que le gusta el novio de su amiga. En el mundo de la amistad, soy horrible. Todo el mundo conoce la regla no escrita: ―no te tiene que gustar el novio de tu mejor amiga. Lo sé, lo hago, y yo no quiero a Gastón. Es el novio de Eugenia. Ella está loca por él. Si volvía la cabeza un poco, podía verlos besarse. Sé que están juntos. Sé que ahora son Eugenia y Gastón.
No los miro. No necesito recordar que están juntos. Y además, sé que si miro dolerá mucho. Así que vi la película. Tal vez la mejor amiga es una asesina secreta del futuro, y ha llegado a través del tiempo para asegurarse de que el malvado científico se detiene antes de que destruya la humanidad. Alguien tira los cojines del sofá en mí cabeza, y como yo sé quién lo hizo, digo:
 —Oye, Eugenia —lo que si se me olvida es ¿qué es lo que va a pasar después? Eugenia se ríe y me hace mirar hacia atrás. Ella me sonríe, sus labios no están junto a los de Gastón por más tiempo.
—Por lo tanto, ¿Vienes con nosotros esta noche o qué? Finjo estirarme para poder mirar el reloj. Son sólo las diez. También es pronto para decir que tengo que ir a casa. Voy a tener que conformarme con una razón por la que no puedo ir con ella. Ellos.
 —No puedo. Mamá quiere que me levante a las cinco de la mañana para ir de compras con ella.
. —¿Por qué tienes que ir? —dijo Gaston
 —Mi papá no puede debido a la cadera, y ella quiere a alguien allí para ayudarla. Esto es una mentira. Mi madre no necesita ayuda cuando está de compras con comestibles. Ella sabe de todas las tiendas de comestibles en un radio de cincuenta millas, como sabe el camino a nuestra casa. Ella sabe dónde se producen y dónde se almacenan para conseguir los productos más nuevos y los mejores, y sobre todo que almacenes abren hasta tarde en caso de que le dé la inspiración.
Por desgracia, Eugenia sabe todo esto, y ese es el problema con tener una mejor amiga que te conozca desde que tenías cinco. Doce años de amistad significa que Eugenia lo sabe casi todo sobre mí y mi familia.
—Ella no necesita que vayas —dice eugenia—. Ella sabe donde está todo en cada supermercado de por aquí, y además, nunca necesita tu ayuda antes de la compra. Ella tiene un sistema y todo eso. (Eugenia tenía razón, mamá lo hace. Ella puede encontrar cualquier cosa en cualquier tienda en un minuto, con los ojos vendados, probablemente lista para arrancar). Pero, por supuesto, esto no ayuda con lo excusa en absoluto.
—Tal vez Roció no quiere ir a la fiesta —dice Gastón, mirando la foto enmarcada de Eugenia que estaba colgada en el extremo de la pared. La tomé el año pasado, cuando me inscribí en el Curso de fotografía pensaba que sería una fácil con un montón de fotos malas por mi parte, pero la imagen de Eugenia es buena.
Ella estaba sentada en los escalones frontales, mirando a lo lejos, y me metí con el temporizador y con tanta velocidad que accidentalmente me las
ingenié para entrar en el grabado cuando estaba corriendo de regreso a la cámara para ver si todavía estaba trabajando. Metí la pata un poco con la foto, pero ahí Eugenia casi brilla en ella, empujando del desenfoque que se fue tras un resplandor fantasmal.
—Ella quiere ir — eugenia le dice a gaston, y luego me da un codazo con un pie—. He oído que vicco podría estar allí. Me encojo de hombros. vicco está en mis clases de Inglés y Química, y es dulce. Él también esta perdidamente enamorado de eugenia. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los chicos que están perdidamente enamorados de eugenia, sabe que no tiene ninguna posibilidad con ella. Así que ha decidido que me quiere. Hoy en día, en la escuela, él me preguntó si yo iba a estar en la fiesta de esta noche, y lo vi empezar a preguntarle a eugenia si venía también y lo dejo entonces, recuerden que ella tiene un novio. Lo vi recordándole que se suponía que yo le gustaba
—¿No crees que es lindo? —Eugenia dice. —Él está bien —él lo está. Tiene ojos y una nariz y una boca y el pelo no parece que fue cortado por una cortadora de césped y su ropa no es horrible y no huele o escupe cuando habla. —Por lo tanto, ven con nosotros. Siempre hay espacio en el auto de Gastón, lo sé. Toda la escuela podría encajar en su automóvil. ¡Lo cual está bien! ¡Genial! —ella pone los ojos en mí. Sonrío, porque siempre hay espacio en el coche de Gastón. Conduce una camioneta, y Eugenia la odia. Ella quiere que Gastón pida a sus padres un coche nuevo, y desde entonces empezaron a salir un poco más hace seis semanas.
 —Me gusta mi coche —dice Gastón, y me mira. Me permito mirarlo por un segundo, echando un vistazo a su pelo, a sus brillantes ojos, intensos (tan hermosos que te juro que vino directamente desde el cielo en un día caluroso de verano, uno de esos días donde incluso las nubes se han quemado), y la pequeña cicatriz que atraviesa el rincón de su ceja derecha que recibió durante un partido de fútbol de vuelta en el séptimo grado.
—No puedo ir —le digo—. Quiero decir, puedo, pero estoy cansada y tengo que comer cereal de queso y Cazuela de maíz y arroz para la cena de nuevo y mi estómago me duele, quiero decir, es la cuarta noche consecutiva que lo he tenido que comer, de modo que prefiero ir a casa.
 —Por faaaaavor —eugenia dice.
 —Estoy muy llena de maíz y arroz para hacer algo divertido.
—Estás llena, bien —dice ella, sacudiendo la cabeza y luego suspira—. Muy bien. Vete a casa, me dejas y Gastón y yo nos vamos a la fiesta.
—Vayan a divertirse —dije
—Ya lo sé —dice—. A mí me gusta si estás allí. Siempre me gusta si estás allí —miro a Gastón de nuevo, una rápida mirada por última vez antes de irme. Él me mira, por un segundo, un segundo de locos Me pongo de pie y sonrió diciendo adiós y buenas noches y camino a mi coche, pienso en lo que será estar sentada al lado de él.

Me ha gustado gaston por mucho tiempo. Un vergonzoso largo tiempo, y nadie, ni siquiera eugenia, lo sabe. Ella piensa que en octavo grado, cuando él me invito a un baile y dije que si, solo estaba siendo amable, y cuando dije —Me… me gusta algo, ¿está bien? —esperando que ella dijera que lo estaba, ella dijo–: Vamos, no puede gustarte realmente. Es gaston. Todavía podía recordarla diciéndome cuan afortunada era porque resulto ser que él no podía ir porque su abuela había fallecido y tenía que volar para el funeral. En ese tiempo gaston no valía el tiempo ni el interés de eugenia, por lo que no se suponía que valía para mí. Pero yo pensaba que sí. Quería ir a ese baile con él, quería ser su novia, pero no conseguimos ir al baile, y cuando el volvió del funeral eugenia le había dicho a todo mundo que yo no había querido salir con él y era demasiado amable para decir que no. Él escucho, por supuesto, y no volvimos a hablar hasta el final de nuestro primer año de secundaria, cuando terminamos de pie el uno junto al otro en la espera para salir de la escuela durante un simulacro de incendio. (No puedo ser la única persona que ve el problema con eso, ¿verdad?) Hablamos ese día… solo —Hola, ¿Qué pasa? —y adivinando que tan quemados estaríamos si hubiera un incendio real… y después de eso, admito, yo pensé… espere, que tal vez, algún día… Y luego, algo de seis semanas atrás, lo vi en una fiesta. Lo vi, pero eugenia lo tenía.
Veo a eugenia saludándolo mientras me pongo en el camino. gaston levanta una mano también, y trato de no pensar en esa fiesta. Sobre lo que pensé en ese momento. Sobre su mano tocando la mía.

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