martes, 18 de octubre de 2011

RETORNANDO EL PARAISO CAPITULO 5

Rocio

Tras las palabras de gaston, cruzo mis brazos sobre mi pecho para prevenir que siga mirando. —Eres desagradable —susurro, esperando que nadie más haya escuchado su comentario de mal gusto.
—Gracias —responde él.
Me meto bajo mis cobijas, negándome a mirar en dirección a gaston. —Por mi puedes desangrarte.
—¿Quieres tu toalla de regreso? —pregunta él, con su actitud engreída a toda máquina. ¿Por qué hace eso? Durante un minuto me siento como si estuviera siendo de nuevo su verdadero yo, el gaston que una vez conocí, y al siguiente está actuando como el chico que quiere que todos crean que es.
—No.
—Ustedes dos, ¿podrían dejar de coquetear? —interrumpe luna—. O bien admitan que se gustan o se van a la cama. O las dos.
—El no me gusta —declaro yo.
—Pero solía hacerlo —escucho murmurar suavemente a gaston desde su cama al lado mío.
—Historia antigua. ¿Acaso no te dije que ya lo superé? —susurro en respuesta.
—Duérmete ya, rocio —dice bruscamente gaston—. Te estás volviendo repetitiva.
Le doy la espalda. ¿Y qué pasa si sigo insistiendo en que lo nuestro se acabo? Es la verdad. Si soy completamente honesta, supongo que una parte de mi aún desea que las cosas volvieran a ser como fueron cuando estuvimos juntos. Pero ahora sé que él es
la última persona que necesito en mi vida y es bastante obvio que gaston y yo estamos de acuerdo en ese tema. El ha estado tratando de alejarme diciendo cosas hirientes, y está haciendo un gran trabajo.
Cuando mi cuerpo finalmente se relaja y siento que me estoy quedando dormida, luna comienza a roncar de nuevo. Miro a gaston. Él yace sobre su espalda, envuelto en una sábana desgastada, con sus brazos doblados debajo de su cabeza. Obviamente no está dormido. Como si sintiera mi mirada sobre él, se gira hacia mí. Los camarotes no están muy lejos el uno del otro, y si estirara mi mano podría tocar su hombro desnudo. Él suspira suavemente y sacude su cabeza, entonces mira hacia el otro lado. Yo me giro y me enfoco en los sonidos que hace el colchón que está sobre mí, preguntándome como llegue hasta aquí. Desearía que gaston se sintiera de la misma forma y pudiera dejar el feo pasado atrás. Para ser honesta no creo que él pueda llegar a superarlo hasta que admita la verdad.
La verdad.
Él no tiene ni idea de que yo sé que no fue él quien me atropello con aquel auto. He estado ansiosa por decirle que se la verdad.
Pero no puedo. Obviamente, él sigue manteniendo el engaño por una razón.
Me obligo a quedarme dormida y a olvidarme de que gaston está al lado mío.
En la mañana,
—¿Qué demonios te paso a ti? —pregunta camilo  cuando ve la sangre, ahora coagulada en la mano de gaston. camilo está totalmente confundido.
—Una de las camas casi se cae anoche —interrumpe daniela—. Gaston la pudo detener antes de que cayera sobre rocio y sobre mí.

Al final del salón, los adolescentes hacen fila con bandejas en sus manos para escoger su comida.
—Así que, ¿Cuál es la verdadera historia contigo y gaston? —me pregunta vicco cuando nos unimos a la fila.
Me pregunto qué tanto debería revelar. —Es algo súper complicado.

—Bonita forma de evitar la pregunta sobre gaston, rocio.
—No la estoy evitando —le digo.
Él levanta una ceja, obviamente poco convencido.
Luna y daniela se sientan frente a nosotros. ¿Qué debería decir? ¿Qué tanto debería contarle a vicco? Este viaje supuestamente se trata de no contener nada y dejarlo salir todo. gaston no ha sido honesto conmigo ni con nadie más… y siento que eso se lo está comiendo por dentro. No pienso dejar que eso me pase a mí.
Me giro hacia vicco. —gaston y yo tuvimos una relación después de que el salió de la cárcel de menores.
—Wow.
Observo la expresión de vicco cambiar de la sorpresa a la curiosidad. El accidente y las consecuencias de este me unieron a gaston para siempre, nos guste o no. Pero vicco no conoce la historia completa. Ni siquiera camilo, el mismo que se supone sabe todo a cerca de cada uno de los participantes de este programa, conoce la historia completa.
—¿Por qué estuvo en la cárcel? —pregunta vicco
—Uhm… —me tomo un segundo para pensar que responder, como ponerlo en palabras.
—Díselo rochi —dice gaston, metiendo su cabeza entre nosotros—. Cuéntaselo todo.
Antes de que pueda siquiera responder, gaston explota: —Fue por atropellar a rocio mientras conducía borracho.
La boca de vicco está abierta por la sorpresa. —Santa mierda. ¿De verdad?
—De verdad. ¿Cierto rocio? —gaston me lanza una mirada sombría, como si lo hubiera traicionado.
—¿Por qué no se lo contamos a todos en este lugar?
No.
—Vamos rochi. Se aventurera.
—No estás hablando en serio —digo yo.
Él aclara su garganta. —Obsérvame.


gaston

en realidad no iba a decirle a todo el mundo en este maldito lugar que había ido a la prisión juvenil, pero ver a rocio en esta actitud de vamos-a-compartir-absolutamente-todo me molesto. Este programa de Re-Comenzar es un montón de mierda. Ellos creen que hablar acerca del accidente milagrosamente lo arreglara todo. Tengo noticias para camilo y todos los otros involucrados. Nada arreglara mi vida de mierda. Nada podrá borrar los últimos dos años. Nada cambiara el hecho de que no me quedan ni amigos ni familia. Solo estoy viviendo… sobreviviendo, en realidad.
Encontrar a rocio en una intensa conversación con vicco me hizo querer agarrar la camisa del tipo y comenzar una pelea con él. El tipo es genial, a diferencia de jaime, pero cuando me acerque más y encontré a rocio confiando en él, mis venas se encendieron. Escanee la habitación y mire un megáfono cerca de la puerta frontal.
—gaston, no —dijo rocio.
La ignore mientras cruzaba el cuarto y recogía el megáfono. Apreté el botón de la sirena. Un odiosamente alto, penetrante grito hizo eco a través del edificio—algo bueno, porque todo el mundo inmediatamente tenía su atención concentrada en mí.
Lleve el megáfono a mis labios. —Tengo algo que decir —me agache hacia la boquilla.
camilo está parado en la línea con una bandeja llena de comida. Espero que él corra hacia a mí y me quite el megáfono de las manos, pero no lo hace. En lugar de eso, baja su bandeja y me asiente para que continúe.

—Maneje a casa borracho desde una fiesta de secundaria —dije, mi voz sonando extraña para mi mientras las palabras volaban a través del megáfono—. Choque con una chica, y la deje yaciendo en la calle sin saber si estaba muerta o viva. Yo era un atleta, un chico que probablemente conseguiría una beca de lucha para la universidad y no quería arruinar eso. Así que la deje. Al final, estaba atrapado y fui a la cárcel por un año.
Apreté de nuevo el botón del sonido. El lugar esta silencioso. Puedo imaginar cómo debo lucir… el genial chico atleta de secundaria quien lo arruino y ahora esta gimoteando acerca de ello. Nadie se va a apenar por mí, no es que lo quiera o lo espere.
Cuando levante la vista para ver a rocio, ella está sacudiendo su cabeza y dándome la espalda. Ella me está bloqueando de nuevo, pero no me importa.
Apreté el botón de hablar de nuevo. —Cuando salí de la cárcel, me involucre con mi víctima.
Más que unos pocos adolescentes en el cuarto abrieron mucho los ojos con esta nueva pieza de información. Ellos están susurrando en shock y señalándome.
—Nos besamos, tonteamos por ahí… ella me coló en su casa y dormimos juntos. La gente me advirtió que no me involucrara con ella, pero lo hice. El peor error de mi vida.
Por la esquina de mi ojo, observe como rocio se deslizaba del banco y se dirigía hacia las puertas giratorias. El bueno de vicco la siguió.
—¡rocio! —dije a través del megáfono. Ella retrocede y se detiene en su marcha—. ¿Quieres añadir algo? Me salte la parte de cuando estábamos en el mirador de la Sra. Reynolds.
Seguí a rocio, quien piensa que hablar es mejor que mantener la boca cerrada. Espero haberla hecho cambiado de parecer, y ella se dé cuenta que vivir en La-La-Land es mejor que enfrentar la realidad.
—Esa es la chica de la que estoy hablando —dije, señalándola.
—Cállate, gaston —ella sisea.
Le sostuve el megáfono. —La verdad duele, ¿Huh?
Rocio


estábamos de vuelta en la van y en camino a nuestro próximo destino, la Universidad. Luego del incidente en el desayuno, me adentre lejos en el bosque y llore. vicco me siguió.
Él no pregunto si lo que dijo gaston era cierto o no... Él solo estuvo allí cuando las lágrimas cayeron y yo las limpie con mi mano.
El pequeño espectáculo de gaston esta mañana fue más que repugnante.
Él mintió.
Él torció la verdad.
Él se burlo de mí, y se burlo de lo que sea que tuvimos.
Tentarme a revelar lo que paso entre nosotros en el mirador de la Sra. Reynolds era demasiado para mí. Esa noche gaston y yo compartimos preciosos momentos que recordare por el resto de mi vida. Fue perfecto; desde las luces con las cuales decoró el mirador hasta la manera romántica en que nos besamos luego de que baile lentamente en sus brazos. Él me trato como si yo fuera la única chica en el mundo que le importaba, y la chica con la querría pasar el resto de su vida.
Esta mañana, el corrompió mi recuerdo de esa noche para siempre.
Gracias a Dios que camilo le ordeno a gaston que se sentara en el asiento del pasajero. No creo que yo estaría muy feliz con gaston en este momento. No lo estoy, en realidad.

camilo nos guio a una suite en el segundo piso.
—¡Ven a ver gaston! Chicas buenas bronceándose en bikinis.
Ignorándolo, gaston camina hasta el cuarto de chicos con sus cosas.
—Instálense, chicos —dice camilo mientras camina a su propio cuarto—. Quiero tener una reunión de grupo en media hora.
—Genial —gaston murmura sarcásticamente desde la puerta de su habitación—. Justo lo que necesitaba.
camilo voltea. —De verdad lo necesitas. Y antes de que preguntes como evitarlo, tu participaras como todos los demás —su tono hizo que quedara claro que no era negociable.
Luna , daniela, y yo elegimos nuestras camas en el cuarto de chicas.
—¿dani, como es eso que no hablas? —demando luna.

—Déjala tranquila, luna —digo—. Ella hablara cuando quiera.
.
—Mi novio estará en la cárcel por tres años por matar a alguien mientras conducía. Mis padres me botaron de la casa. Y... —se limpia los ojos y dice en una voz suave—: Estoy embarazada.
—Mierda —dice luna—. Y me pregunto por qué no hablas.
Le doy un codazo a luna en las costillas, esperando que lo capte y no diga nada que vaya a herir a daniela. ¿Está embarazada? ¿De un chico que estará en la cárcel por tres años? Escuchar su historia convierte mis problemas con gaston en algo tan importante como romperse una uña.
—Si necesitas algo, estamos aquí para ti —le digo—. ¿Cierto, luna?
—Sí —dice rápidamente.
—¿Y que hay sobre ti? —dice luna, dirigiéndose a mí.
Levanto mi mirada de mi maletín. Debo lucir como un ciervo bajo luces. —¿Que hay sobre mi? Dije mi historia en la fogata de anoche.
—No sobre el accidente. gaston dijo algo sobre tu y él en un mirador. ¿Te importaría entrar en detalles?
Rápidamente negué con la cabeza. —Quizás después. No queremos llegar tarde a la reunión de camilo—tire un montón de ropa dentro de una gaveta.
—Creo que estas evitando el tema.
—Tienes razón luna —dije—. No quiero hablar sobre eso.
—Tú verás —luna abre el closet y luce confundida—.

Evito el contacto visual con gaston mientras elijo un asiento en el sofá. Luna y daniela se sientan cada una a mi lado. Los chicos se sientan en el otro sofá.
camilo busca una silla de la mesa de la cocina. Respira profundamente y choca sus manos. —De acuerdo, chicos, este es el trato. Algunas reglas deben ser establecidas, porque me están volviendo loco. Primero que todo, tratemos de eliminar las ofensas que constantemente salen de sus bocas. Segundo, no se acepta el consumo de drogas o alcohol. Estamos en el campus de una universidad y no dudo de que sean fáciles de conseguir. Tercero, estoy cansado de las disputas, me están dando dolor de cabeza. Bien —exhala como si se hubiese liberado de un peso—. Ahora que todo está arreglado, tengo algo más que decir. Tuvimos un poco de drama matutino gracias a gaston, y quiero hablar sobre eso.
—Que si no hablamos sobre eso —gaston murmura—. Diablos, prefiero hablar sobre el pubis de jaime
Yo prefiero hablar sobre la perdida de vello púbico de jaime, también. Es mejor que hacer que gaston y yo hablemos sobre nuestro pasado... o hablar el uno al otro. No lo hare. No ahora, cuando la herida es tan reciente.
Una ola de entumecimiento recae sobre mí. Me levanto. —Lo siento, camilo. Yo no puedo. No quiero faltarle el respeto al grupo o al proceso. Yo solo... necesito tiempo.
Intencionalmente miro lejos de gaston y luego estoy muy al tanto de mi pierna y su cercanía mientras paso por el área hacia mi cuarto y cierro la puerta. No la tranco, porque ahora estoy compartiendo la habitación con las otras chicas.
Cuando escucho que tocan la puerta me siento en la cama.
—Soy vicco ¿Puedo pasar?
—Claro.
vicco abre la puerta. —¿Quieres hablar?
—No realmente. ¿Está molesto camilo?
—No. Él quería venir a ver si estabas bien, pero yo me ofrecí a venir en su lugar.
—Gracias —murmuro—. Me siento mal por haberlos dejado en el medio de la reunión.
—No te sientas mal —me dice—. Creo que todos comprenden. Bueno, excepto gaston.
—¿Por qué? ¿Qué dijo él?

vicco se abre paso en la habitación y se sienta a mi lado en la cama. —Él no dijo nada, Solo se levanto y se fue.

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