viernes, 21 de octubre de 2011

PERFECTO CAPITULO 13

Fui a casa y cogí la foto que solía tener en la parte posterior de la puerta de
mi escritorio y la rompí en pedazos minúsculos. Tomé el mono de peluche de
mi armario y lo tiré contra la pared. Cayó inerte en el suelo, mirándome con
su estúpida sonrisa cosida.
entonces me puse a llorar.
Lloré porque mery no quería ser mi amiga. Lloré por todas las veces que no
lo había hecho cuando la necesité, por todos los momentos en los que
esperaba que las cosas cambiarían y no lo hacían. Lloré porque pensé que
quizá lo habían hecho y estaba equivocada.
Lloré por mi mejor amiga, a la que no estaba segura de haberla conocido en
absoluto.
Lloré porque a pesar de que odiaba a mery ella ya no me querría más, por
reírse de mí, por no preocuparse por todos los recuerdos que significaban
mucho para mí, yo habría dado cualquier cosa porque ella llamara y dijera
que lo sentía.
Lloré porque sabía que no lo haría.
Y cuando no pude llorar más, cuando mis ojos estaban doloridos y me dolía
la cabeza, cogí el mono. Me dije a mí misma que lo tiraría, para olvidar que
mery me lo había dado y que lo amaba.
No pude hacerlo. Lo puse en el armario, apoyándole los brazos contra los
costados para que pareciera que estaba completo. Y luego me acosté en mi
cama, mirando alrededor del cuarto que no iba a ser el mío por mucho
tiempo.
Todo había terminado. mery. Mamá y papá. Nuestra casa, nuestra familia.
Todo.
Todavía estaba en mi habitación cuando mamá llegó a casa.
—¿Hola? —
—¿Estás bien? —preguntó mamá, mirando a mi habitación. Tenía los ojos
enrojecidos e hinchados, como si hubiera llorado. Me di cuenta por la forma
en que ella me miró que los míos estaban igual—. ¿Tuviste una pelea con
mery?
—Ella no me quiere más —le dije. Me compadecí de mi misma mientras
sentía que mis ojos pinchaban a medida que hablaba, y mi garganta se sentía
espesa, tapada.
—rocio, cariño, ¿podemos hablar de los que pasó después?
Tengo que estar lista para tu padre.
—Claro —dije, la palabra salió lentamente, mi mente todavía estaba aturdida
por lo sucedido con mery
—. Oh, y Kate, vi a Ana esta tarde. ¿Qué pasa con ella?__dijo vicco
Mi estómago se apretó. —¿Qué quieres decir? ¿Ella… ella te pidió que me
dijeras hola o algo así?
negó con la cabeza. —No. Ella actuaba, como si no me conociera, lo cual
fue extraño, y luego ella pareció un poco asustada cuando me presenté a su
caliente amiga, eugenia. ¿Tiene ella dieciocho años? Dijo que los tenía, pero…
—Ella es de mi edad, y es la que hizo que todos los de la escuela se enteraran
de lo de mi padre y su estúpido partido Perfect You —las palabras salieron
de prisa, mi garganta y ojos ardieron. Sabía lo que significaba —lo que Mery había hecho tan obvio—Pero una parte de mí, una pequeña parte estúpida,
había tenido aún un poquito de esperanza.
Esta se había ido ahora. mery no había dicho nada. Ella no iba a decir nada.
No se sentía mal, no me extrañaba, no quería volver a ser mi amiga otra vez.
—Oh —dijo—. Lo siento.
Me encogí de hombros, no del todo confiada para hablar.
—eugenia no era tan bonita, en realidad —dijo él—. Los humos del café llegan a
mí a veces, ya lo sabes.
Le sonreí. No era muy malo para ser un hermano, especialmente uno que se
estaba mudando.
—La casa ha sido vendida —dijo mamá—.
Naturalmente, ahí es cuando empecé a llorar. Quería entender, y veía que
íbamos a tener que mudarnos. Entendí que mis padres se habían separado.
Me di cuenta de que mi ex mejor amiga no era mi amiga otra vez, que me
engañé pensando que lo era. Incluso vi que el chico que me gustaba parecía
que yo no le gustaba tanto como creía, ya que no había habido ninguna
llamada telefónica preguntando dónde estaba ni qué había sucedido, porque
lo que había dicho la noche anterior eran solo palabras y nada más.
Vi lo que era mi vida. Pero ¿por qué tenía que ser así? ¿Qué había en mí que
fuera tan terrible?
El teléfono suena y vicco contesta, mirándome cuando dice. —¿Hola? ¿Qué?
Apenas puedo escucharte. Oh, síp, espera un segundo. —Sostiene el teléfono
hacia—. Es para ti. Supongo que aún no has espantado ese chico de anoche.
¿gaston? ¿gaston me estaba llamando? Debe haberse percatado que no he ido al
trabajo hoy, ¡y ahora me está llamando! Cogí el teléfono.
—¿Hola?
—Hola, rocio.
Era papá, no gaston. La decepción me golpeó tan fuertemente que tuve que
apoyarme en la pared.
—Hola, papá.
—¿Papá? —Dijo Todd,Se detuvo, escuchando por un momento lo que sea que papá le estuviera diciendo, y entonces colgó el teléfono.
—Cariño, estás sentada de una forma terrible —dijo la abuela—. Sé que de
esta manera suena tonto, pero sentarse correctamente es muy importante.
Porque la postura de por sí puede hacer de un conjunto terrible luzca… bien,
un poco menos horrible. Así que porqué no te sientas y…
—Acabo de enterarme oficialmente que ya no tengo un hogar —le dije,
poniéndome derecha mientras hablaba, mi espalda se volvía más y más
rígida a medida que me salían las palabras—. Mi mejor amiga no sólo no
quiere hablarme, sino que actúa como si nunca me hubiera conocido. Mis
padres ya no están juntos porque mi padre ama a unas vitaminas más que a
nosotros. Oh, y para culminar, el chico con el que salí la noche pasada me
dijo que nos veríamos en el centro comercial hoy, pero no lo hicimos, y él no
llamó y sé lo que eso significa.
—¿Qué es lo que eso significa?
Hablé lentamente, con los dientes apretados. —Nada bueno.
—Entonces, ¿cuando tú le llamaste y le preguntaste por qué no te ha llamado,
él te dijo algo cruel? Lo siento, cariño. Pensé que gaston parecía agradable.
—Oh, cierto. Le llamé, abuela. Qué gran idea —Fingí coger el teléfono—. Hola,
gaston, no te he visto hoy, y me estaba preguntado si lo has notado. Soy
totalmente patética.
Ella hizo como si no hubiera escuchado casi nada de lo que había dicho. —
¿Por qué no le has llamado?
—Porque no necesito más malas noticias. Actualmente yo no tengo amigos,
no tengo vida y no tengo familia, haciendo oficialmente de este año el peor
de toda mi vida. ¿Por qué las cosas no pueden ser como solían ser? Si este
año jamás hubiera existido, tal vez…
—Las cosas cambian, cariño. Esto es lo que la vida es.
—Bien, lo odio. Y este año, mi vida no ha estado cambiando, abuela, ha sido
el final. Un largo, horrible final. La vida que yo tenía se ha ido. Terminó.
Acabó.
—Cariño, voy a decirte algo importante —dijo ella—. Las cosas acaban. Las
personas se van. ¿Y sabes qué? La vida continúa. Además, si las cosas malas
no pasaran, ¿cómo serías capaz de sentir las buenas?
—Pero yo he perdido a mis padres, mi mejor amiga, mi casa…
—No seas tan melodramática, cariño. Tú no has perdido a tus padres.
—Bien, ellos sólo han cambiado. ¿Pero dónde están las buenas cosas que has
mencionado? Porque yo estoy aquí sentada intentando pensar en algo… lo
que sea… y no puedo. De hecho, pienso que si la vida puede llegar a ser peor,
lo hace.
—Así que, ¿me estás diciendo que no importa lo que sea, no puedes ser feliz?
Bien, cariño, no es de extrañar que seas miserable. Es lo que tú quieres.
—No es así —le espeto—, yo quiero ser feliz.
—Entonces, inténtalo. Cariño, el mundo no te debe nada.
—Wow, eso no hace que me sienta mejor.
—No se supone que lo haga —me dice—. Esa parte depende de ti.
Ella se paró, mirando hacia el pasillo
ella se va.
antes de subirme
a la cama y taparme sin tener frío y aun llevando la ropa puesta.
Simplemente me parecía agradable estar envuelta en algo seguro.
No podía creer en la idea del consejo de la abuela. Diciéndome que el mundo
no me debe nada, y que yo tengo que tratar de ser feliz... ¿para ser feliz?
¿Qué tipo de estupidez era esa? Yo podría intentar ser feliz para siempre,
pero eso no cambia el hecho de que estaba equivocada acerca de mery
esperando que fuera mi amiga nuevamente, y definitivamente no parece que
fuera a hacer que mis padres volvieran a estar juntos o incluso a hablarse.
¿Intentar ser feliz? Por favor. ¿No es eso lo que he intentado hacer desde el
desastre de los primeros días de clases?
No.
La palabra me traspasó tal y como estaba yo allí.
No, no he intentado ser feliz. Yo había pensado qué es lo que había sucedido
con mery, preocupada por lo que yo podría haber hecho diferente, deseando
que las cosas volvieran a ser como eran antes.
No he intentado ser feliz por papá y el cambio que él había hecho. Nunca he
pensado que yo encontraría alguna felicidad en su obsesión con Perfect You
o que eso hubiera costado nuestra familia.
Supuse que habría algo de felicidad en ya no tener que trabajar en el centro
comercial pero, suficientemente extraño, ese estúpido trabajo era lo único
que realmente me había dado algo. Si no fuera por el centro comercial y por
la fealdad de trabajar allí, más el triste estado de mi vida, yo nunca hubiera
podido superado los nervios de hablar con gaston aquella vez. (Está bien,
básicamente lo invité a salir conmigo, pero suena mejor de la otra forma.)
Era gracioso darme cuenta cómo esa estúpida cabina y esas estúpidas
vitaminas Perfect You me habían ayudado a conocer a gaston. Me han ayudado
a darme cuenta lo mucho que le gustaba. Había incluso superado los nervios
de confrontarlo y había terminado saliendo con él.
Pero sólo lo hice luego que vicco me había dicho que básicamente intentara
vivir, dejando que las personas supieran quién era yo, y me di cuenta que la
abuela había dicho algo similar, me instó a ir detrás de lo que yo deseaba.
Intentar vivir. Intentar ser feliz.
Me salí del capullo de frazadas y miré hacia el teléfono. Intentar ser feliz
sonaba muy bien, pero la tentativa de felicidad de mi padre no ha salido muy
bien ni para él ni para nadie más. E intentarlo con mery tampoco ha dado
resultado.
Pero eso es lo que sucede, es lo que dijo la abuela. Las cosas terminan, las
personas se van, y la vida continúa. Se necesita las cosas malas para sentir
las buenas.
Intentar, dijo ella.
Cogí el teléfono. Lo colgué. Esto era muy difícil. ¿Qué si he leído demasiado
la noche pasada? ¿Y si gaston no desea hablarme?
Entonces sería mejor averiguarlo ahora, ¿no?
Cogí nuevamente el teléfono, y marqué.
Sonó, y me sentí enferma. ¿Qué se supone que debo decir? Mi mente y mi
corazón estaban tan llenos con lo que había sucedido hoy, con todo lo que
había pasado a lo largo del año, que no sabía por dónde empezar.
—¿Hola? —dijo él, y en el momento en que escuché su voz, yo sabía lo que
debía decir, y no era tan difícil después de todo.
—Hey, soy rochi.
—Lo sé. —Dijo él, y pude oír la sonrisa en su voz.
El Fin
Bueno, en realidad no era precisamente el final. De hecho, era más bien un
principio, ¿y sabes qué? Era uno bueno.
Otras cosas realmente se terminaron, sin embargo. La primera cosa, dejé de
buscar a mery cuando llegué a la escuela. Dejé de buscarla en los pasillos.
Todavía la veo, sin embargo. Ella sigue saliendo con pablo. eugenia sigue siendo
su mejor amiga. Ella parece feliz, pero no sé si lo es. Nunca hablamos.
Mamá y papá están oficialmente separados. Papá perdió su espacio en el
centro comercial cuando no pudo pagar la renta del próximo trimestre, y se
trasladó, donde está el gran centro comercial. Hay una mujer, Gloria,
que tiene un Perfect You allí, en un stand justo como el que papá solía tener,
y él trabaja para ella.
Mamá todavía no me deja conducir sola. Ella, la abuela y yo
vivimos en un apartamento juntas, y no es tan malo. Yo tengo mi propia
habitación, lo cual es bueno, pero todavía tengo que compartir un baño con
la abuela. Eso es lo mismo de siempre.
vicco quiere ser un fotógrafo ahora, y probablemente aburre de muerte a sus
compañeros de trabajo en el lugar de café para hablar de ello.
Vive con la chica que conoció en el cine de cuando los dos
trabajábamos en el centro comercial. Su nombre es cande, y ella quiere ser
directora. A veces nos invita a todos a mirar sus películas, que por lo general
la estrella es vicco sentado tratando de parecer pensativo. Creo que son el
uno para el otro.
gaston y yo hemos estado saliendo durante seis meses. Sigue siendo el tipo de
hombre que se acercaba a mí después de la clase y decía: ―¿Qué pasó allí?
Perdí el interés tan pronto como el maestro empezó a hablar‖, pero es
también el tipo de persona que decidirá que, ya que es miércoles, tenemos
que ir a comer tacos y luego salir al parque y ver la puesta de sol.
Él también sigue siendo un muy buen besador.
Él me hace feliz.
Todavía extraño a mery. Todavía extraño mi antigua casa, el pasillo de la
entrada, la cocina, mi habitación. Todavía extraño a mis padres cuando
estaban juntos, y la abuela todavía me vuelve loca casi todo el tiempo.
Pero las cosas cambian. Las cosas que pasan. ¿Y sabes qué? La vida continúa.
De hecho, eso es lo que es la vida. ¿Quién habría pensado que la abuela
tendría razón sobre cualquier cosa, y mucho menos sobre algo tan
importante?
Adivino que las vitaminas no arruinaron mi vida, después de todo. Se
limitaron a cambiarla. Cambiarme a mí.
Así que no puedo decir que este es el final, o incluso un final, porque no lo
es. Es sólo la vida, y ¿sabes qué? Yo voy a hacer mi mejor esfuerzo para
tratar de vivirla realmente.
El Comienzo
(Fin del Libro)

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