GASTON
No puedo decirle la verdad. Si toda la cosa sale a la luz, mery podría ser involucrada en esto, también... Y eugenia.. Y rocio. mery ha estado actuando espeluznante. No sé que terminará diciendo. ¿Dirá inesperadamente la verdad, de que ella fue la que golpeó a rocio?
Levanto la vista cuando las puertas de la oficina principal se abren.
rocio entra a la oficina, solo a unos pies de donde estoy sentado. Solo capaz de chequearla de lado, estudio su cara. Tiene los pómulos altos.. Pero no sería rocio sin esa imperfección. No es una cara-bonita como eugenia, pero hay algo sobre ella… esa mezcla de inseguridad y rasgos majestuosos que no combinan. Cada una de sus facciones refleja quien es. Excepto sus cicatrices.
Esas que desearía poder sacar con un toque de mis dedos y transferirlas a mi propio cuerpo.
rocio está concentrada en el mostrador, leyendo algo atentamente. Su cabello caía como una cortina que protege su cara de mí. Soy apenas consciente de su prima y eugenia que están en la habitación, también. Este lugar se está llenando.
.
Las chicas entraron en una sola fila a su oficina. eugenia lucía desafiante, su amiga asustada, la prima de rocio indiferente, y rocio parecía… dispuesta a manejar lo que sea que valla volando hacia ella.
Las chicas salieron unos minutos más tarde. rocio no me miró. Salió en fila de la oficina con el resto de las chicas.
Estoy en el camino rápido a ser un delincuente para siempre. rocio probablemente tenía razón: si desapareces, entonces no te recordarán siempre el pasado en cualquier parte que estés.
Hice mi servicio comunitario, pero no me entregaron mis papeles finales de liberación.
--¿Me escuchaste? Ahora dime porque demonios has estado metiéndote en peleas.
Estoy tan acostumbrando a confesarme culpable, que a veces olvido decir la verdad. Lo Miro directamente, sin jugar estar vez. —Estaba protegiendo a rocio. alguien la insultó.
tomó la silla de mi escritorio y se sentó. Puso su mano en su frente y comienza a masajearla. —gaston, ¿Qué estás haciendo? Ella es tu víctima. La golpeaste con tu coche.
—No lo hice.
—¿Qué? —suelta.
—Dije que no quise hacerlo.
saca la mano de su frente y se inclina hacia adelante. —No sé qué estás tratando de empujar aquí, pero no es bueno. Si no puedes pretender que rocio no existe, entonces deja la ciudad. Ella llamó a mi jefe esta mañana preocupada por su seguridad. Dijo que has sido provocador con ella, y ahora la estas acosando.
—¿Qué?
mira directo hacia mí. —rocio dice que va a archivar una queja. Oh, no parezcas tan sorprendido, gaston. ¿Qué esperabas? Cuando no sigues las reglas pagas las consecuencias. Es simple.
Nada es tan simple. Trago. Mi garganta se siente apretada. ¿rocio me odia lo suficiente para enviarme de regreso al DOC?
—Tengo que saber —continua Damon—. ¿Has tenido un encuentro sexual con ella?
Me siento en mi cama y apoyo mi cabeza en mis manos. Dios, esto no puede estar sucediendo. —Eso depende de que quieres decir por encuentro sexual.
—No jodas conmigo, gaston.
—No tuve sexo con ella.
—¿La acosaste?
Sacudo mi cabeza. —Tuvimos una relación, una relación mutua. No fue gran cosa. Esta terminado. Hecho.
— ¿Cómo terminó?
—Abruptamente.
suspiró frustrado, luego saca un montón de papeles de su maletín.
—Tengo tus papeles de liberación firmados. Terminaste tu servicio comunitario.
Miro fijamente los papeles como si tuvieran alas de ángeles en ellos, pero mi cabeza sigue dando vueltas. Pensé que rocio y yo compartimos… bueno, seguro como el demonio que fue mucho más de lo que nunca tuve con Eugenia. Si rocio estuvo conmigo solo por venganza… oh, mierda.
—Quedas en libertad, pero tenemos un pequeño problema. No puedes volver a la escuela. ¿gaston?
—Sí.
—No todo el mundo está en contra tuyo, lo sé.
Asiento. Ahora mismo, no puedo estar de acuerdo. Estaba tan entusiasmado por arreglar todo cuando volví a casa. Pero todo lo que he estado haciendo es pelear en vez de arreglar. Estoy perdido aquí.
Mi madre solo toma pastillas esta desiquilibrada
—. Estas matando a toda la familia.
—¿Pensaste en toda la familia cuando atropellaste a rocio? —ella susurra, luego suelta un suspiro disgustado.
—Esto no es sobre mí, mamá. —no le digo que nunca fue sobre mí.
Ella sacude su cabeza. —No lo comprendes, gaston, ¿no es así? Hay cuatro personas viviendo en esta casa y somos todos extraños. Es sobre ti. Es sobre todos nosotros.
Ya ni siquiera sé quién soy. Pensé que sabía, pero con la traición de rocio estoy de regreso a donde comencé.
—No me toques.
Retiro mis manos y me alejo. Todo a mí alrededor se está cayendo en un montón de piezas. No hay forma de que pueda repararlo no importa cuánto lo intente. Golpeo la puerta del dormitorio de mery.—Abre.
—¿Qué quieres? —dice mery a través de la puerta
La agarro por lo hombros y grito. —mery, madura y finalmente toma responsabilidad por algo… ¡Lo que sea!
Lágrimas comienzan a caer por sus mejillas. No debería estar satisfecho por hacer llorar a mi hermana, pero juro que cualquier emoción de ella me satisface. Siento sus emociones, también. Pero son tan contradictorias con las mías que no puedo estar cerca de ella. No ahora. Una parte de mery siempre será parte de mí. Su miseria se convierte en la mía, y ahora mismo no quiero hacer nada con eso.
Ella esta llorando cuando dejo la casa y me dirijo hacia la calle.
—¿Está la Sra. Reynolds en casa?
—¿No eres tú gaston?
—Sí. Yo…
—¿Como conoces a mi madre? —él exige.
Pongo las manos en mis bolsillos. —Trabajo para ella.
Él duda, confundido, entonces su boca se amplia. —¿Tú construiste el mirador?
—Sí.
—¿Cuando rocio trabajaba aquí? Los dos, ¿Juntos?
—Con la Sra. Reynolds —le aseguro
—¿Ella sabía que tú fuiste el que atropelló a rocio? Olvídalo, por la mirada en tu cara asumo que mi madre lo sabía. Probablemente trató de arreglarlo todo, ¿no es así?
—Sí, señor. Tengo que hablar con la Sra. Reynolds. —ella es la única que me queda ahora.
—Ella falleció ayer por la mañana.
No. No, esto no puede estar pasando. Un agujero se forma en mi pecho y se extiende por mis venas. —Estás mintiendo.
—Mi madre tuvo un ataque al corazón mientras dormía. Ahora no se qué va a pasar aquí, pero sé que la madre de rocio no quiere que estés andando cerca de su hija. Respeta a la familia y déjala estar.
—No hay problema. No hay problema en absoluto —digo.
ROCIO
Cundo voy hacia casa manejando con cuidado, veo a gaston en el Parque Paradise, en las canchas de baloncesto. Me detengo para hacerle saber que no estoy molesta porque me traicionó. Voy a superarlo. Puede ser que tome un tiempo, pero voy a estar bien. Voy a tener novios y otras aventuras en la vida, otras veces voy a ser capaz de sentirme confiada y despreocupada y feliz. Soy un sobreviviente. A pesar de mi cojera.
Al salir del coche tras recolectar todo mi valor, camino hacia él. Él me ve, pero no deja de botar el balón.
—gaston —lo llamo.
—¿Por qué no me dijiste acerca de la señora Reynolds?
—No tuve la oportunidad. Quería hacerlo —digo, dando un paso hacia él.
—Mejor quédate atrás o podría empezar a acosarte.
Muy bien, me merezco eso. Le di una bofetada y rechace su ayuda ayer. Pero eso fue antes de que todo se acomodara en mi cabeza. —He oído que te metiste en problemas. —¿Has venido acá para reírte o quieres retarme a un uno a-uno? —dice.
—Sabes que no puedo jugar.
Él me mira de arriba a abajo sugestivamente. —Oh, tu juegas, rocio Tal vez no. Al Baloncesto, tus juegos son más complicados que eso.
—¿De qué estás hablando?
Él toma la pelota y la mantiene a su lado, da una breve carcajada. —No puedo creer que tengas miedo de mí.
Me muevo hacia adelante, dando un paso más cerca de él y poniendo el mentón en el aire con confianza. —No te tengo miedo.
Se pone de pie delante de mí con tanta confianza como yo le estoy mostrando. —Demuéstralo. —¿Cómo? Lanza la pelota hacia el lado de la cancha y da pasos hacia mí, cerrando la distancia entre nosotros. —Déjalo salir.
Mi aliento se congela y el pánico se apodera de mí. —Yo... yo no sé lo que quieres decir. —Yo creo que sí —dice, llegando tan cerca que casi se pueden sentir sus emociones como si fueran las mías.
—¿Quieres que te bese? —digo sin aliento.
—Me has arruinado, ¿lo sabes, no? —dice justo antes de tenerme de puntillas y tocar mis labios con los suyos.
Agarra mi cintura y me jala cerca con lo que puedo sentir toda la fuerza y la longitud de su cuerpo contra el mío. Mis dedos se envuelven alrededor de sus bíceps a la vez. Estoy perdida en la protección de su abrazo y el olor y el sabor es único gaston. Excepcionalmente... nosotros.
Cuando nuestro beso se vuelve más intenso, tengo la sensación de un cambio en él. Es difícil besarse, más a fondo. Él está enojado.
Tropiezo hacia atrás y le empujo lejos de mí. —¿Qué estás haciendo?
Se limpia la boca con el dorso de la mano. —Asegurarme de que te asusta. Es lo que quieres, ¿no? Así que puedes reclamar ser la víctima.
Estamos aquí de pie mirándonos fijamente el uno al otro. Controlador y controlado. Perpetrador y víctima. Chico y chica.
Coge el balón. —Vete a casa, rocio. Ya tuviste lo que querías.
Un movimiento por el rabillo de mi ojo me llama la atención, rompiendo la conexión. Es mery
—gaston, mamá y papá quieren que vayas a casa. Ahora —dice ella.
Dejo caer mi cabello, apartando la suciedad de mi pantalón, aclaro mi garganta, y hago de todo para no mirarlos..
Entonces corro hacia el coche tan rápido como puedo.
GASTON:
No le dijiste que yo la atropellé, ¿verdad? —pregunta mery mientras observa a rochi huyendo del parque. Yo sacudí mi cabeza.
—Pero tú y rocio. Vi como la estabas mirando y me di cuenta...
—¿Qué? —dije rápidamente, entonces miré a mi hermana directo a los ojos. Comencé a caminar de regreso a casa con mi hermana a unos cuantos pasos detrás de mí.
—Involucrarte con rocio podría acabar con nuestra familia, gaston..
—Déjame en paz, mery. Lo digo en serio —me giro hacia ella—. Ya he tenido suficiente.
—¿Dónde estuviste anoche? —ordena papá con una voz tan acusadora que podrías pensar que había estado afuera cometiendo un homicidio.
—Visitando una vieja amiga. ¿Cuál es el problema? —mi mamá mira a mi papá.
Yo abro mis brazos ampliamente.
—¿Qué?
—Vi a rocio viniendo desde el parque —dice papá.
—¿Y qué? Es un país libre, papá. La gente puede caminar si eso es lo que quieren.
—Simplemente no queremos que te metas en problemas. La gente habla...
—¿Están diciendo que he estado buscando peleas en la escuela? ¿Qué estoy acosando a rocio? ¿Obligando a mis amigos a beber alcohol? Tú crees que todo es cierto, ¿Verdad? ¡Vamos, ya es hora de que me cuentes los putos chismes!
Reviento, como una banda de caucho que ha sido estirada hasta sus límites por tanto tiempo que simplemente se rompe en pedazos violentamente. Besar a rocio, la suspensión de la escuela, las manipulaciones de eugenia, la advertencia de mi hermana, la inhabilidad de mis padres para enfrentar la realidad, la adicción de mi madre, los falsos chismes... todo está volviéndome loco.
—Me voy —digo.
Mis pensamientos se concentran en rocio, en la chica de la que solía pensar que no valía la pena mirar por segunda vez. Pero cuando las cosas se ponen difíciles, ella es la chica más fuerte que conozco. Ella me confrontó a cerca de Eugenia antes del accidente, va a la escuela todos los días incluso cuando la gente se ríe de la forma en que se mueve, y se mató trabajando para la Sra. Reynolds para lograr su sueño de viajar a España. El accidente la hizo una persona más fuerte. Demonios, ella me hizo una persona más fuerte.
—¿No quieres que todo vuelva a ser como antes? Yo daría cualquier cosa por hacer que esta familia fuera normal de nuevo.
—¿No deberías haber pensado en eso antes de atropellar a rocio? Nunca hubiera pensado decirle esto a mi propio hijo, pero tú... gaston... eres un bastardo egoísta.
esta vez no voy a regresar. Seguramente, después de que me vaya, mi mamá no va a necesitar drogar su vida para hacerla más soportable y mery podrá vivir
la vida de la forma que desee… con o sin la verdad. Y papá... bueno, algún día tendrá que enfrentarse a la realidad. Cuando esté listo.
Ahora depende de mí encontrar un camino para mí mismo y dejar de tratar de hacer que la vida vuelva a la normalidad. A la mierda con lo normal. Lo normal no existe. La familia de gaston ya no existe. Ahora estoy solo.
Con un suspiro de determinación entro de nuevo a la habitación, tomo el sable de luz, lo meto en la mochila y salgo. mery está en la puerta, bloqueándola.
—No te vayas —ruega.
—Mamá y Papá van a estar bien. Ellos disfrutan vivir en la negación. A cerca de ti... —me quedo mirando su ropa negra—. Tú tienes que superar el accidente. Enfrentarte a los hechos antes de que persones como eugenia te obliguen a hacerlo. No puedo protegerte más. Es hora de que te protejas a ti misma.
Me muevo alrededor de ella y camino hacia afuera. No tengo idea de hacia dónde voy o que voy a hacer, pero me siento libre. Colgando la mochila de mi hombro comienzo a caminar. Cuando alcanzo la casa de rocio, no la veo pero sé que está adentro.
Le doy un saludo de despedida y sigo caminando.
El mirador de la Sra. Reynolds es en donde paso la fría, solitaria noche. Cuando una estrella fugaz pasa sobre mí mientras miro el cielo, me pregunto si es la anciana señora dándome una señal .

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