Evité a gaston el lunes. Y el martes. No lo buscaba en los pasillos ni en la cafeteria.
Me quedaba mirando a Axel en clase de historia, como si fuera interesante de
verdad, lo que no era una tarea fácil. Falté a la práctica de la banda de jazz,
diciendo que no me sentía bien, para lograr que lali me llevara a casa, aunque
el concierto era esta semana y yo sabía que el Sr. Herrity iba a ponerse furioso
conmigo. Me metí de lleno en lo que tenía y me mantuve cerca a pablo. Veía a
todas las personas que lo observaban, sus miradas desviandose hacia mi. Me
decía a mi misma lo afortunada que soy. Lo feliz que soy.
Cuando pasamos por la biblioteca, veo a gaston dirigiendose adentro.
La cosa es, que evitarlo me ha hecho pensar más en el. No podría decirte lo que
se supone que aprendí en cualquiera de mis clases, ni siquiera en música. Todo
en lo que he estado pensando es en no pensar en gaston.
El me mira mientras pasamos al frente, y sus ojos, serios, se encuentran
con los míos. Muerdo mi labio y sigo caminando, sigo en silencio. Pero no aparto
la mirada, incluso cuando se que debería, y tengo que esforzarme para evitar
girarme y seguirlo mirando cuando lo sobrepasamos. Y cuando lali, como se
suponía, se encuentra con peter, pienso en regresar a la biblioteca. Sería muy
fácil. Simplemente le diría a lali que me olvide de algo, que iba a encontrar a
alguien más que me llevara. Ella está distraida, probablemente nisiquiera me
escucharía. Podría volver a la biblioteca, podría caminar por la mesa de gaston.
Podría decirle hola, preguntarle si me puedo sentar. El me miraría y diría-
―Hola‖ Los brazos de pablo se envuelven a mi alrededor, su barbilla acariciando la
parte de arriba de mi cabeza. ―¿Que están haciendo?‖
―Lo usual‖ digo, señalando a lali y peter.
―Además de morirte por verme, ¿verdad?‖
Levantó mi cabeza y lo miro. El está bromeando, con una luz gentil en sus ojos.
―Por supuesto. Y apuesto a que tu estabas esperando que yo pasara por aqui,
¿verdad?‖
―Deseandolo‖, dice el, y ya no está bromeando, su voz suena baja y preocupada.
―Podemos-¿Podemos hablar un segundo?‖
―Claro‖ Le digo, sorprendida por la petición.
Va a terminar conmigo.
La parte triste es que no estoy disgustada. Ni un poquito. El y yo hemos estado
juntos por más de un año, y ahora vamos a terminar y... Yo estoy pensando en
gaston. Estoy pensando que si esto no se tarda demasiado puedo decir que
necesito estar sola. Puedo entrar de nuevo a la escuela. A la biblioteca.
―rocio, ¿sabes como algunas veces hay cosas realmente dificiles de decir?‖ Yo me inclino y tomo una de sus manos entrelas mias.
El no habla, asi que yo digo. ―pablo, está bien. Simplemente dímelo.‖
―Se trata de mis padres. Están enloqueciendome.‖
Wow, el se oye tan triste, casi culpable. A lo mejor el ya tiene a alguien más y-
Espera.
―¿Tus padres?‖
―Ellos están preocupados porque piensan que hago demasiadas cosas.
―Por favor,‖ digo yo sin pensarlo, mi voz suena agresiva, gracias a lo
decepcionada que estoy de que fuera eso lo que el quería decirme. De que el no
quisiera terminar conmigo. ―Ellos te escuchan. A ellos les importa tanto lo que
haces que quieren asegurarse de que no hagas más de lo que puedes‖
―Hey‖ dice el, su voz preocupada. ―¿Estás bien?‖
―Lo siento‖ digo yo, forzando las palabras, luchando por mantener mi voz calmada.
No puedo creer que no haya terminado conmigo. No puedo creer lo molesta que
estoy porque no lo hizo, pero lo estoy. ―Simplemente estoy cansada, o algo. ¿Que
vas a hacer?‖
―No lo se‖ dice el, y se inclina, tomando mi cara con una mano y levantandola
gentilmente, ―Hablar con ellos, supongo. Decirle a mi novia que la amo y que creo
que es maravillosa.‖
―Yo no soy maravillosa‖
―Tu eres perfecta,‖ dice pablo, y me besa.
El no sabe nada sobre mi.
El día siguiente, mientras lali y yo entramos al parqueadero, ella ve a peter
hablando con alguien.
El está hablando con gaston. Y sobre lo que sea que estén hablando, debe ser muy
importante, porque ellos siguen hablando cuando lali y yo nos dirijimos hacia
ellos. Justo antes de los alcancemos escucho a peter diciendo algo, pero es
demasiado silencioso para que pueda entenderlo. gaston sacude su cabeza y mira
hacia el pasillo.
Me mira directamente a mi.
Yo se que he hecho planes para evitarlo y todo, pero no me importa. El está justo
alli, su cabello desordenado, y brillando incluso bajo el nublado sol, vestido
con jeans manchados con lo que parece pintura, o grasa, o los dos, vendajes en
los nudillos de dos de sus dedos. La gente camina a su alrededor, empujandolo,
como si nisiquiera lo vieran, y yo no lo comprendo. El es todo lo que puedo ver.
El me sonríe y yo le sonrío de vuelta.
El brazo de lali golpea el mio. ―Lo siento,‖ dice ella. ―pablo te está llamando‖
. Miro de nuevo a gaston.
El sigue mirandome, y cuando nuestros ojos se encuentran de nuevo, su sonrisa
se vuelve un poco más aguda, un poco más burlona, y me siento sonrojarme,
incluso cuando no se porque lo hago. peter se queda viendome, siguiendo la
mirada de gaston, y frunce el seño un poco.
―¡Adios!‖ dice lali, su voz brillante de la misma manera en que suele ponerse
cuando está disgustada o preocupada, o ambas. Yo la miro, y ella mira
incisivamente a pablo.
―Adios‖ digo en respuesta, preguntandome cual es exactamente su problema, y
miro hacia gaston de nuevo.
El se ha ido, caminando hacia la escuela, y sólo peter está alli, aún mirandome
con su ceño ligeramente fruncido. Me dirijo hacia pablo.
pablo reporta que todo con sus padres salio bien y me lo agradece de nuevo.
―¿Tu quieres conservarme?‖ Le pregunto, y el parpadea, como si estuviera
sorprendido por la pregunta, y por un segundo, tan sólo un segundo, creo ver una
sombra de algo en sus ojos. PEro entonces la campana suena y alguien se
apresura a pasar entre nosotros, empujandolo hacia mi, y para cuando el se aleja,
ha desaparecido.
El concierto de jazz es genial La música está haciendo esto por ellos, y yo
soy parte de ello. Es una sensación increible. Me pregunto si gaston comprendería
como me siento justo ahora. Apuesto a que lo haría.
No es hasta después, mucho después, en el bus de regreso a la escuela, cuando
pienso en pablo y me doy cuenta que nunca pensé en el mientras tocaba. Ni una
sola ves. Nunca pensé en contarle sobre mi solo. Significaba mucho para mi, era
importante de una forma en la que la mayoría de las cosas no lo son, pero no
quería compartirlo con el y sé, de alguna manera, que nunca lo haré.
Después de dejar a lali y peter, me dirijo a la biblioteca. Para para comprarme una gaseosa
El empleado me echa un vistazo cuando entro, y luego vuelve a mirar de forma
aburrida. Solo hay una persona en la tienda, está de pie en medio de un pasillo,
mirando a un estante y cuando me acerco me doy cuenta de que es gaston.
Ni siquiera levanta la mirada mientras paso cerca de él, sólo sigue mirando
fijamente el anaquel. Sus ojos están casi cerrados, como si estuviera dormido.
Camino hacia el mostrador. Todavía está ahí. Me aclaro la garganta. Nada. El
empleado me lanza una mirada como quien dice ―Por favor pague por su compra y váyase‖.
Yo lo ignoro y vuelvo hacia él.
"Hey." Él no dice nada. Ni siquiera me mira, sólo se queda con las manos en los
bolsillos, la mirada se centrada en el suelo.
"gaston?"
"rochi?", Dice lentamente, con voz débil y ronca.
Bloom - Elizabeth Scott
Me mira entonces, realmente me mira, y es como si nunca antes me hubiera visto.
Sus ojos eran enormes y gentiles.
"¿Estás bien?"
"Estoy bien.", Dice. Y luego se desliza junto a mí, hacia la parte delantera de la
tienda.
Me doy la vuelta y al verle así me hace, querer hacer o decir algo, pero no se qué.
El abre la puerta con su hombro y luego se marcha, y es tragado por la oscuridad
del estacionamiento.
Miro lo que gaston estaba mirando: Gasas y alimento para bebe, y el empleado
vuelve a toser. Luego pago por mi granizado.
Salgo de ahí luego de recibir mis trece centavos de cambio, busco en el bolsillo
mis llaves mientras mi mano se congela con mi granizado. En el otro extremo del
estacionamiento, más allá de las iluminas bombas de gas y en la parte más oscura
por el lavado de autos, que por lo que sé, nunca ha funcionado, alguien está
apoyado en un coche.
El coche de gaston. Camino hacia él. Se endereza cuando me acerco, comienza a
abrir su puerta. "Siento mucho lo anterior es solo que…". Su voz aún sonaba
extraña. "No esperaba verte."
Empiezo a balbucear algo estúpido sobre los granizados cuando el farol de la calle
por encima de nosotros parpadea y puedo verlo con claridad, por un momento.
Algo ha ocurrido con su mano derecha.
La tiene enroscada y descansa en su ventana, pero aun así puedo ver que esta
hinchada, la piel luce morada y con contusiones.
"¿Qué pasó?" Busco a tientas el vaso que estaba sosteniendo, hace ruido al abrir
la tapa.
"¿Quieres un poco de hielo? Es hielo granizado". Lo sostengo cerca de él. Pero el
no lo toma.
"Estoy bien", dice con fuerza.
"Pero tu mano"
"No es tan malo."
"¿No deberías ir a la sala de emergencia?"
"No", dice bruscamente.
"Yo" sólo voy a volver a casa y pondré un poco de hielo sobre ella."
"Hola". Agito el vaso frente a él.
Él hace una mueca que parece se supone que es una sonrisa y empieza a entrar
en su coche.
"Realmente estoy bien."
"Yo podría llevarte a tu casa."
Hace una pausa y mueve la cabeza. "No puedo dejar el coche aquí."
"Si tu llamas a tu mamá tal vez ella podría venir a…"
"No". Dice rápidamente, casi asustado."
Entonces, al menos te sigo a casa." No puedo creer que yo dijera eso.
"Quiero decir, para asegurarme de que llegues bien"
Espero que mi cara no luzca tan roja como se siente.
"¿Estás segura de que quieres hacer eso? Quiero decir, tú probablemente querrás
ir a casa, hablar con pablo"Justamente el nombre que colgaba en el aire entre
nosotros. pablo. Mi novio.
"Este eh…a el no le importaría‖ y la verdad es que probablemente el mismo pablo
insistiría en conducir a casa de gaston, porque él es ese tipo de persona, pero en
lugar de decirle eso dije: "No está en su casa. Y tú sabes, yo todavía estoy en
deuda por esa vez que caí de mi bicicleta en los arbustos."
gaston sonrió. Su rostro se ilumino, eso hace contener mi respiración. "Ah, sí.
Supongo que me lo debes. Pero tú no tienes que hacer esto.
Quiero decir, estoy bien, de verdad y..." "Yo quiero…", le digo, y los dos nos
miramos el uno al otro por un momento. "Muy bien", dice finalmente en voz baja,
metiendose en su coche. "No es tan lejos de todos modos"
"Muy bien", digo dándole la espalda y dirigiéndome a mi coche.
gaston vive en uno de los complejos de apartamentos más allá de la nueva calle
hacia el centro comercial. Hay cuatro de ellos y el vive en el tercero. Parece que
todos son de un color beige suave y todos los apartamentos ofrecen exactamente
el mismo estilo de balcón, exactamente la misma visión de los demás balcones a
su alrededor. Vive en la parte trasera del complejo, y cuando llegamos ahí, nos
estacionamos y el da un toque a mi ventana cuando la bajo el se acerca y me
dice, "Gracias".
"gaston", digo, y su nombre suena tan desconocido como familiar en mi lengua, el
sonido de algo que acelera algo dentro de mí. Esta vez no voy a alejarme sin
hablar.
"Déjame ayudarte".
Hay un momento de silencio por un largo rato, pero luego dice, "Estaciónate allá",
señalando en un espacio del estacionamiento.
Era algo inquietante lo tranquila que me sentía al salir del auto. La forma en que
mi padre hablaba sobre los complejos de apartamentos... El los detestaba, decía
que eran una unidad de valores muy abajo de las propiedades - pero pienso que no lo son.
Gaston vive en el tercer piso y cuando llegamos a su puerta, busca sus llaves. Bajo el brillo de la luz del pasillo, el luce tan pálido que parece casi inhumano. Lo
alcanzo y tomo las llaves de su mano, mi piel pica al tener contacto con sus
dedos. Me pregunto si se da cuenta y sabe lo que hace.
Puedo sentir el aire que nos rodea de alguna manera cada vez más silencioso,
más cerca. Busco entre sus llaves hasta que encuentro una que se parece a una
llave de apartamento, la meto y la giro en la cerradura. Al inicio lo hice mal, pero
finalmente escucho un clic.
"¿Tu madre se encuentra...?" Señalo el interior, me pregunto qué va a decir a
María cuando ella me vea, ni siquiera estoy segura si me va a reconocer.
"Ella está en el trabajo. Es por eso que no puedo ir a la sala de emergencia y no
podía llamarla desde el coche. Si yo lo hubiera hecho, ella se asustaría
muchísimo. Ella sabe que tengo un trabajo, pero en cierto modo le he mentido
acerca de cuántas horas trabajo.
Yo no le dije exactamente donde estaba. Si ella supiera todo sobre él y lo que
hago..." Él deja de hablar. "Pero tu mano -" Digo y la tomo suavemente en la mía.
Se ve horrible. Está herido y mi corazón no debería estar acelerado, no cuando él
se encuentra así, pero lo está.
"Se ve peor de lo que es. Sólo necesito poner un poco de hielo en ella y tomarme
una aspirina."
Él está mirando hacia abajo su mano y mi mano que ahora sostiene la suya.
Mueve un poco los dedos, rozando al otro lado una de mis manos.
"Gracias por asegurarte de que llegué bien a casa."
"Por lo menos déjame ponerte el hielo y darte una aspirina."
"rocio..."Bloom - Elizabeth Scott
La forma en que dice mi nombre me corta la respiración.
"Dime dónde", le digo y me cuesta reconocer a mi misma mi voz.
El apartamento es muy pequeño y gaston está ahí, detrás de mí, a mi lado.
Eso es todo en lo que puedo pensar. Nos encontramos en la cocina - el parece
estar cómodo, viviendo con un tarro de mantequilla de maní y una botella medio
vacía de aspirinas que están en el mostrador y luego saco las bandejas de hielo
del congelador, haciendo estallar los cubitos para luego ponerlos en una toalla y
luego colocarla suavemente en la mano de gaston.
Él está mirándome y yo mirando hacia atrás de él y se siente como si no hubiera
aire en esta sala y en todo el mundo.
Se siente como que no existiera nada, solo nosotros y una parte de mí, está
desesperada, no le gusta cómo me siento, quiero salir de aquí. Pero no lo hare.
Agarro y abro el frasco de aspirinas, al abrirlo saco tres. Veo a gaston abrir un
gabinete y miro su espalda, en la línea de los hombros, la camisa se levanta un
poco para mostrar solo un indicio de piel.
He oído hablar a lali sobre los brazos de peter y sus ojos como si fueran
poesía, asentía con la cabeza mirando a pablo como si yo lo entendiera. Yo no lo
hacía, pero ahora si lo hacía.
gaston se ha dado la vuelta, con un vaso en su mano y por un momento la forma en que su brazo está extendido me hace pensar que él está tratando hacer que me acerque, que quiere tirar de mí en sus brazos.
Pero entonces, la luz parpadea sobre su cabeza y veo la forma en que está
tratando de equilibrar el hielo con la otra mano y me doy cuenta de que necesita
ayuda. Estoy aquí pensando en estas cosas y él está con ese terrible dolor.
"Lo siento", le digo y tomo el vaso de su mano y lo lleno con agua y se lo doy de
nuevo a él.
"Yo solo estaba..." Hago un movimiento flotante con la mano, como si le explicara
que mis pensamientos se habían ido algún lugar lejos de él. El coloca el vaso en el
lavabo, inclinándose hacia mí y trato de no fijarme en que él está de pie junto a mí.
Trato de no escuchar su respiración, y no verlo por el rabillo del ojo, para que no
darme cuenta de la manera en que su cabello ha caído sobre sus ojos, como si
estuviera a la espera de mí para mirarlo a los ojos y tocarlo.
"Debo irme", le digo, volviéndome hacia él y al mismo tiempo, el se vuelve hacia
mí y me dice:
"Es muy tarde", y luego los dos estamos de pie, uno frente al lado otro.
Mirándonos, tan cerca. No puedo escuchar nada, solo una palpitación dentro mi
pecho como si estuviera tratando de liberarse.
Entonces el ME BESO. Sabía de alguna manera que esto pasaría, todo dentro de
mí estaba en suspenso, a la espera del primer roce de su boca sobre la mía,
siento como si algo dentro de mí se rompiera, vertiéndose por todas partes.
Me han besado antes, pero no así, nunca como esto, "¡Oh, y aquí estoy,
besandolo". Pero ahora no puedo pensar en nada, solo hay pensamientos
dispersos y fugaces, que saben como el agua, su pelo es suave bajo mis dedos,
incluso cuando estamos tan cerca y apretados, uno contra el otro aun no es
suficiente.
Nunca antes me había sentido así. Su mano está en mi cintura y mi mano en su
espalda, deslizándose por la línea de su columna vertebral, sobre su piel que se
encuentra desnuda y cálida, hasta donde la camisa ha llegado.
Pruebo el sabor amargo de la aspirina en su lengua y siento que me estoy
ahogando. Nos hemos dado la vuelta y el aprieta mi espalda esta contra el
mostrador, mi cabeza está echada hacia atrás.
Estoy rodeada por él. Su mano está todavía en mi cintura y quiero que se mueva
más y más abajo. El hielo en la toalla, se escapa y el agua fría de su mano, esta
sobre mí y quiero… Lo deseo a él.
Él está diciendo algo, con su boca sobre la mía y entonces él rompe el beso,
temblando muy cerca de mí.
"rocio", dice y su voz está temblorosa y aturdida.
Veo el horno de microondas que está detrás de él y veo un reflejo de mí misma.
Yo ni siquiera me reconozco. Hay algo salvaje en mí, en mis ojos, nunca antes los
habías visto así y siempre he temido por esto.
Lo miro y él se mira igual como me siento yo ahora, sus ojos son ardientes, su
expresión sorprendida, sacudida.
Él da un paso atrás y nos miramos fijamente el uno al otro. Haría falta nada para
cerrar la distancia entre nosotros. Quiero que esta se cierre.
Está de pie en silencio y muy lastimado, he sido una imprudente, he sido peor que
una imprudente y desearía que todo pasara de nuevo. Tengo que salir de aquí.
Quiero decir que me escucho decir algo como, "Me tengo que ir" con una estúpida
voz temblorosa como sacada de una mala película para televisión.
Pero la verdad es que no digo nada. Solamente lo empujo y salgo corriendo fuera
de la cocina, fuera del apartamento, bajó las escaleras y hacia el coche. Sin mirar
atrás.
Me quedaba mirando a Axel en clase de historia, como si fuera interesante de
verdad, lo que no era una tarea fácil. Falté a la práctica de la banda de jazz,
diciendo que no me sentía bien, para lograr que lali me llevara a casa, aunque
el concierto era esta semana y yo sabía que el Sr. Herrity iba a ponerse furioso
conmigo. Me metí de lleno en lo que tenía y me mantuve cerca a pablo. Veía a
todas las personas que lo observaban, sus miradas desviandose hacia mi. Me
decía a mi misma lo afortunada que soy. Lo feliz que soy.
Cuando pasamos por la biblioteca, veo a gaston dirigiendose adentro.
La cosa es, que evitarlo me ha hecho pensar más en el. No podría decirte lo que
se supone que aprendí en cualquiera de mis clases, ni siquiera en música. Todo
en lo que he estado pensando es en no pensar en gaston.
El me mira mientras pasamos al frente, y sus ojos, serios, se encuentran
con los míos. Muerdo mi labio y sigo caminando, sigo en silencio. Pero no aparto
la mirada, incluso cuando se que debería, y tengo que esforzarme para evitar
girarme y seguirlo mirando cuando lo sobrepasamos. Y cuando lali, como se
suponía, se encuentra con peter, pienso en regresar a la biblioteca. Sería muy
fácil. Simplemente le diría a lali que me olvide de algo, que iba a encontrar a
alguien más que me llevara. Ella está distraida, probablemente nisiquiera me
escucharía. Podría volver a la biblioteca, podría caminar por la mesa de gaston.
Podría decirle hola, preguntarle si me puedo sentar. El me miraría y diría-
―Hola‖ Los brazos de pablo se envuelven a mi alrededor, su barbilla acariciando la
parte de arriba de mi cabeza. ―¿Que están haciendo?‖
―Lo usual‖ digo, señalando a lali y peter.
―Además de morirte por verme, ¿verdad?‖
Levantó mi cabeza y lo miro. El está bromeando, con una luz gentil en sus ojos.
―Por supuesto. Y apuesto a que tu estabas esperando que yo pasara por aqui,
¿verdad?‖
―Deseandolo‖, dice el, y ya no está bromeando, su voz suena baja y preocupada.
―Podemos-¿Podemos hablar un segundo?‖
―Claro‖ Le digo, sorprendida por la petición.
Va a terminar conmigo.
La parte triste es que no estoy disgustada. Ni un poquito. El y yo hemos estado
juntos por más de un año, y ahora vamos a terminar y... Yo estoy pensando en
gaston. Estoy pensando que si esto no se tarda demasiado puedo decir que
necesito estar sola. Puedo entrar de nuevo a la escuela. A la biblioteca.
―rocio, ¿sabes como algunas veces hay cosas realmente dificiles de decir?‖ Yo me inclino y tomo una de sus manos entrelas mias.
El no habla, asi que yo digo. ―pablo, está bien. Simplemente dímelo.‖
―Se trata de mis padres. Están enloqueciendome.‖
Wow, el se oye tan triste, casi culpable. A lo mejor el ya tiene a alguien más y-
Espera.
―¿Tus padres?‖
―Ellos están preocupados porque piensan que hago demasiadas cosas.
―Por favor,‖ digo yo sin pensarlo, mi voz suena agresiva, gracias a lo
decepcionada que estoy de que fuera eso lo que el quería decirme. De que el no
quisiera terminar conmigo. ―Ellos te escuchan. A ellos les importa tanto lo que
haces que quieren asegurarse de que no hagas más de lo que puedes‖
―Hey‖ dice el, su voz preocupada. ―¿Estás bien?‖
―Lo siento‖ digo yo, forzando las palabras, luchando por mantener mi voz calmada.
No puedo creer que no haya terminado conmigo. No puedo creer lo molesta que
estoy porque no lo hizo, pero lo estoy. ―Simplemente estoy cansada, o algo. ¿Que
vas a hacer?‖
―No lo se‖ dice el, y se inclina, tomando mi cara con una mano y levantandola
gentilmente, ―Hablar con ellos, supongo. Decirle a mi novia que la amo y que creo
que es maravillosa.‖
―Yo no soy maravillosa‖
―Tu eres perfecta,‖ dice pablo, y me besa.
El no sabe nada sobre mi.
El día siguiente, mientras lali y yo entramos al parqueadero, ella ve a peter
hablando con alguien.
El está hablando con gaston. Y sobre lo que sea que estén hablando, debe ser muy
importante, porque ellos siguen hablando cuando lali y yo nos dirijimos hacia
ellos. Justo antes de los alcancemos escucho a peter diciendo algo, pero es
demasiado silencioso para que pueda entenderlo. gaston sacude su cabeza y mira
hacia el pasillo.
Me mira directamente a mi.
Yo se que he hecho planes para evitarlo y todo, pero no me importa. El está justo
alli, su cabello desordenado, y brillando incluso bajo el nublado sol, vestido
con jeans manchados con lo que parece pintura, o grasa, o los dos, vendajes en
los nudillos de dos de sus dedos. La gente camina a su alrededor, empujandolo,
como si nisiquiera lo vieran, y yo no lo comprendo. El es todo lo que puedo ver.
El me sonríe y yo le sonrío de vuelta.
El brazo de lali golpea el mio. ―Lo siento,‖ dice ella. ―pablo te está llamando‖
. Miro de nuevo a gaston.
El sigue mirandome, y cuando nuestros ojos se encuentran de nuevo, su sonrisa
se vuelve un poco más aguda, un poco más burlona, y me siento sonrojarme,
incluso cuando no se porque lo hago. peter se queda viendome, siguiendo la
mirada de gaston, y frunce el seño un poco.
―¡Adios!‖ dice lali, su voz brillante de la misma manera en que suele ponerse
cuando está disgustada o preocupada, o ambas. Yo la miro, y ella mira
incisivamente a pablo.
―Adios‖ digo en respuesta, preguntandome cual es exactamente su problema, y
miro hacia gaston de nuevo.
El se ha ido, caminando hacia la escuela, y sólo peter está alli, aún mirandome
con su ceño ligeramente fruncido. Me dirijo hacia pablo.
pablo reporta que todo con sus padres salio bien y me lo agradece de nuevo.
―¿Tu quieres conservarme?‖ Le pregunto, y el parpadea, como si estuviera
sorprendido por la pregunta, y por un segundo, tan sólo un segundo, creo ver una
sombra de algo en sus ojos. PEro entonces la campana suena y alguien se
apresura a pasar entre nosotros, empujandolo hacia mi, y para cuando el se aleja,
ha desaparecido.
El concierto de jazz es genial La música está haciendo esto por ellos, y yo
soy parte de ello. Es una sensación increible. Me pregunto si gaston comprendería
como me siento justo ahora. Apuesto a que lo haría.
No es hasta después, mucho después, en el bus de regreso a la escuela, cuando
pienso en pablo y me doy cuenta que nunca pensé en el mientras tocaba. Ni una
sola ves. Nunca pensé en contarle sobre mi solo. Significaba mucho para mi, era
importante de una forma en la que la mayoría de las cosas no lo son, pero no
quería compartirlo con el y sé, de alguna manera, que nunca lo haré.
Después de dejar a lali y peter, me dirijo a la biblioteca. Para para comprarme una gaseosa
El empleado me echa un vistazo cuando entro, y luego vuelve a mirar de forma
aburrida. Solo hay una persona en la tienda, está de pie en medio de un pasillo,
mirando a un estante y cuando me acerco me doy cuenta de que es gaston.
Ni siquiera levanta la mirada mientras paso cerca de él, sólo sigue mirando
fijamente el anaquel. Sus ojos están casi cerrados, como si estuviera dormido.
Camino hacia el mostrador. Todavía está ahí. Me aclaro la garganta. Nada. El
empleado me lanza una mirada como quien dice ―Por favor pague por su compra y váyase‖.
Yo lo ignoro y vuelvo hacia él.
"Hey." Él no dice nada. Ni siquiera me mira, sólo se queda con las manos en los
bolsillos, la mirada se centrada en el suelo.
"gaston?"
"rochi?", Dice lentamente, con voz débil y ronca.
Bloom - Elizabeth Scott
Me mira entonces, realmente me mira, y es como si nunca antes me hubiera visto.
Sus ojos eran enormes y gentiles.
"¿Estás bien?"
"Estoy bien.", Dice. Y luego se desliza junto a mí, hacia la parte delantera de la
tienda.
Me doy la vuelta y al verle así me hace, querer hacer o decir algo, pero no se qué.
El abre la puerta con su hombro y luego se marcha, y es tragado por la oscuridad
del estacionamiento.
Miro lo que gaston estaba mirando: Gasas y alimento para bebe, y el empleado
vuelve a toser. Luego pago por mi granizado.
Salgo de ahí luego de recibir mis trece centavos de cambio, busco en el bolsillo
mis llaves mientras mi mano se congela con mi granizado. En el otro extremo del
estacionamiento, más allá de las iluminas bombas de gas y en la parte más oscura
por el lavado de autos, que por lo que sé, nunca ha funcionado, alguien está
apoyado en un coche.
El coche de gaston. Camino hacia él. Se endereza cuando me acerco, comienza a
abrir su puerta. "Siento mucho lo anterior es solo que…". Su voz aún sonaba
extraña. "No esperaba verte."
Empiezo a balbucear algo estúpido sobre los granizados cuando el farol de la calle
por encima de nosotros parpadea y puedo verlo con claridad, por un momento.
Algo ha ocurrido con su mano derecha.
La tiene enroscada y descansa en su ventana, pero aun así puedo ver que esta
hinchada, la piel luce morada y con contusiones.
"¿Qué pasó?" Busco a tientas el vaso que estaba sosteniendo, hace ruido al abrir
la tapa.
"¿Quieres un poco de hielo? Es hielo granizado". Lo sostengo cerca de él. Pero el
no lo toma.
"Estoy bien", dice con fuerza.
"Pero tu mano"
"No es tan malo."
"¿No deberías ir a la sala de emergencia?"
"No", dice bruscamente.
"Yo" sólo voy a volver a casa y pondré un poco de hielo sobre ella."
"Hola". Agito el vaso frente a él.
Él hace una mueca que parece se supone que es una sonrisa y empieza a entrar
en su coche.
"Realmente estoy bien."
"Yo podría llevarte a tu casa."
Hace una pausa y mueve la cabeza. "No puedo dejar el coche aquí."
"Si tu llamas a tu mamá tal vez ella podría venir a…"
"No". Dice rápidamente, casi asustado."
Entonces, al menos te sigo a casa." No puedo creer que yo dijera eso.
"Quiero decir, para asegurarme de que llegues bien"
Espero que mi cara no luzca tan roja como se siente.
"¿Estás segura de que quieres hacer eso? Quiero decir, tú probablemente querrás
ir a casa, hablar con pablo"Justamente el nombre que colgaba en el aire entre
nosotros. pablo. Mi novio.
"Este eh…a el no le importaría‖ y la verdad es que probablemente el mismo pablo
insistiría en conducir a casa de gaston, porque él es ese tipo de persona, pero en
lugar de decirle eso dije: "No está en su casa. Y tú sabes, yo todavía estoy en
deuda por esa vez que caí de mi bicicleta en los arbustos."
gaston sonrió. Su rostro se ilumino, eso hace contener mi respiración. "Ah, sí.
Supongo que me lo debes. Pero tú no tienes que hacer esto.
Quiero decir, estoy bien, de verdad y..." "Yo quiero…", le digo, y los dos nos
miramos el uno al otro por un momento. "Muy bien", dice finalmente en voz baja,
metiendose en su coche. "No es tan lejos de todos modos"
"Muy bien", digo dándole la espalda y dirigiéndome a mi coche.
gaston vive en uno de los complejos de apartamentos más allá de la nueva calle
hacia el centro comercial. Hay cuatro de ellos y el vive en el tercero. Parece que
todos son de un color beige suave y todos los apartamentos ofrecen exactamente
el mismo estilo de balcón, exactamente la misma visión de los demás balcones a
su alrededor. Vive en la parte trasera del complejo, y cuando llegamos ahí, nos
estacionamos y el da un toque a mi ventana cuando la bajo el se acerca y me
dice, "Gracias".
"gaston", digo, y su nombre suena tan desconocido como familiar en mi lengua, el
sonido de algo que acelera algo dentro de mí. Esta vez no voy a alejarme sin
hablar.
"Déjame ayudarte".
Hay un momento de silencio por un largo rato, pero luego dice, "Estaciónate allá",
señalando en un espacio del estacionamiento.
Era algo inquietante lo tranquila que me sentía al salir del auto. La forma en que
mi padre hablaba sobre los complejos de apartamentos... El los detestaba, decía
que eran una unidad de valores muy abajo de las propiedades - pero pienso que no lo son.
Gaston vive en el tercer piso y cuando llegamos a su puerta, busca sus llaves. Bajo el brillo de la luz del pasillo, el luce tan pálido que parece casi inhumano. Lo
alcanzo y tomo las llaves de su mano, mi piel pica al tener contacto con sus
dedos. Me pregunto si se da cuenta y sabe lo que hace.
Puedo sentir el aire que nos rodea de alguna manera cada vez más silencioso,
más cerca. Busco entre sus llaves hasta que encuentro una que se parece a una
llave de apartamento, la meto y la giro en la cerradura. Al inicio lo hice mal, pero
finalmente escucho un clic.
"¿Tu madre se encuentra...?" Señalo el interior, me pregunto qué va a decir a
María cuando ella me vea, ni siquiera estoy segura si me va a reconocer.
"Ella está en el trabajo. Es por eso que no puedo ir a la sala de emergencia y no
podía llamarla desde el coche. Si yo lo hubiera hecho, ella se asustaría
muchísimo. Ella sabe que tengo un trabajo, pero en cierto modo le he mentido
acerca de cuántas horas trabajo.
Yo no le dije exactamente donde estaba. Si ella supiera todo sobre él y lo que
hago..." Él deja de hablar. "Pero tu mano -" Digo y la tomo suavemente en la mía.
Se ve horrible. Está herido y mi corazón no debería estar acelerado, no cuando él
se encuentra así, pero lo está.
"Se ve peor de lo que es. Sólo necesito poner un poco de hielo en ella y tomarme
una aspirina."
Él está mirando hacia abajo su mano y mi mano que ahora sostiene la suya.
Mueve un poco los dedos, rozando al otro lado una de mis manos.
"Gracias por asegurarte de que llegué bien a casa."
"Por lo menos déjame ponerte el hielo y darte una aspirina."
"rocio..."Bloom - Elizabeth Scott
La forma en que dice mi nombre me corta la respiración.
"Dime dónde", le digo y me cuesta reconocer a mi misma mi voz.
El apartamento es muy pequeño y gaston está ahí, detrás de mí, a mi lado.
Eso es todo en lo que puedo pensar. Nos encontramos en la cocina - el parece
estar cómodo, viviendo con un tarro de mantequilla de maní y una botella medio
vacía de aspirinas que están en el mostrador y luego saco las bandejas de hielo
del congelador, haciendo estallar los cubitos para luego ponerlos en una toalla y
luego colocarla suavemente en la mano de gaston.
Él está mirándome y yo mirando hacia atrás de él y se siente como si no hubiera
aire en esta sala y en todo el mundo.
Se siente como que no existiera nada, solo nosotros y una parte de mí, está
desesperada, no le gusta cómo me siento, quiero salir de aquí. Pero no lo hare.
Agarro y abro el frasco de aspirinas, al abrirlo saco tres. Veo a gaston abrir un
gabinete y miro su espalda, en la línea de los hombros, la camisa se levanta un
poco para mostrar solo un indicio de piel.
He oído hablar a lali sobre los brazos de peter y sus ojos como si fueran
poesía, asentía con la cabeza mirando a pablo como si yo lo entendiera. Yo no lo
hacía, pero ahora si lo hacía.
gaston se ha dado la vuelta, con un vaso en su mano y por un momento la forma en que su brazo está extendido me hace pensar que él está tratando hacer que me acerque, que quiere tirar de mí en sus brazos.
Pero entonces, la luz parpadea sobre su cabeza y veo la forma en que está
tratando de equilibrar el hielo con la otra mano y me doy cuenta de que necesita
ayuda. Estoy aquí pensando en estas cosas y él está con ese terrible dolor.
"Lo siento", le digo y tomo el vaso de su mano y lo lleno con agua y se lo doy de
nuevo a él.
"Yo solo estaba..." Hago un movimiento flotante con la mano, como si le explicara
que mis pensamientos se habían ido algún lugar lejos de él. El coloca el vaso en el
lavabo, inclinándose hacia mí y trato de no fijarme en que él está de pie junto a mí.
Trato de no escuchar su respiración, y no verlo por el rabillo del ojo, para que no
darme cuenta de la manera en que su cabello ha caído sobre sus ojos, como si
estuviera a la espera de mí para mirarlo a los ojos y tocarlo.
"Debo irme", le digo, volviéndome hacia él y al mismo tiempo, el se vuelve hacia
mí y me dice:
"Es muy tarde", y luego los dos estamos de pie, uno frente al lado otro.
Mirándonos, tan cerca. No puedo escuchar nada, solo una palpitación dentro mi
pecho como si estuviera tratando de liberarse.
Entonces el ME BESO. Sabía de alguna manera que esto pasaría, todo dentro de
mí estaba en suspenso, a la espera del primer roce de su boca sobre la mía,
siento como si algo dentro de mí se rompiera, vertiéndose por todas partes.
Me han besado antes, pero no así, nunca como esto, "¡Oh, y aquí estoy,
besandolo". Pero ahora no puedo pensar en nada, solo hay pensamientos
dispersos y fugaces, que saben como el agua, su pelo es suave bajo mis dedos,
incluso cuando estamos tan cerca y apretados, uno contra el otro aun no es
suficiente.
Nunca antes me había sentido así. Su mano está en mi cintura y mi mano en su
espalda, deslizándose por la línea de su columna vertebral, sobre su piel que se
encuentra desnuda y cálida, hasta donde la camisa ha llegado.
Pruebo el sabor amargo de la aspirina en su lengua y siento que me estoy
ahogando. Nos hemos dado la vuelta y el aprieta mi espalda esta contra el
mostrador, mi cabeza está echada hacia atrás.
Estoy rodeada por él. Su mano está todavía en mi cintura y quiero que se mueva
más y más abajo. El hielo en la toalla, se escapa y el agua fría de su mano, esta
sobre mí y quiero… Lo deseo a él.
Él está diciendo algo, con su boca sobre la mía y entonces él rompe el beso,
temblando muy cerca de mí.
"rocio", dice y su voz está temblorosa y aturdida.
Veo el horno de microondas que está detrás de él y veo un reflejo de mí misma.
Yo ni siquiera me reconozco. Hay algo salvaje en mí, en mis ojos, nunca antes los
habías visto así y siempre he temido por esto.
Lo miro y él se mira igual como me siento yo ahora, sus ojos son ardientes, su
expresión sorprendida, sacudida.
Él da un paso atrás y nos miramos fijamente el uno al otro. Haría falta nada para
cerrar la distancia entre nosotros. Quiero que esta se cierre.
Está de pie en silencio y muy lastimado, he sido una imprudente, he sido peor que
una imprudente y desearía que todo pasara de nuevo. Tengo que salir de aquí.
Quiero decir que me escucho decir algo como, "Me tengo que ir" con una estúpida
voz temblorosa como sacada de una mala película para televisión.
Pero la verdad es que no digo nada. Solamente lo empujo y salgo corriendo fuera
de la cocina, fuera del apartamento, bajó las escaleras y hacia el coche. Sin mirar
atrás.

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