sábado, 22 de octubre de 2011

AMOR OCULTO CAPITULO 7

El consejo de daniela, cuando le cuento todo lo de esa noche por mensaje
instantáneo, es corto y al punto: ―Habla con él._ Le digo que está en lo cierto y que lo haré cuando lleguemos a la escuela en la mañana para poder encontrar a gaston y hablar con él. Había pensado en salir en coche para verlo,
pero papá se marchó para regresar a la oficina mientras yo estaba en la cocina
preparando la cena, y cuando intencionalmente ignoré su saludo de despedida, se
quedó parado allí por un momento antes de decir, ―lo lamento. No esperaba eso y probablemente lo hubiera perdonado por lo anterior salvo que él tomó el otro juego de llaves del auto cuando se fue, como si hubiera sabido lo que estaba pensando hacer y no quería que lo hiciera. Entonces volví a estar enojada con él. No es que importara, ya que no estaba en casa para verlo.
lali llama
--¿Con quien conseguiste un aventón?‖
Me quedo en silencio por un momento,
―gaston,_ digo finalmente.
―Oh. pablo te estaba buscando, sabes. ¿Has hablado con él?
―Si.__ Si una distraída charla telefónica de veinte minutos mientras estaba cenando y mirando la nevera, pensando en gaston, cuenta.
―Así que muy pronto ustedes chicos ¿estarán saliendo por, cuanto, una año y
medio?‖
No quería para nada hablar de pablo justo ahora.
―Me tengo que ir,_ le digo.
Cuando Katie llega a recogerme en la mañana,
Ella me habla de algo de su casa
―Oh no,_ digo, y no debería estar pensando en cómo me perdí de hablar con gaston,pero lo hago, un poco.
cuando llegamos a la escuela justo a tiempo para correr a nuestras clases del primer período, estoy molesta porque no tuve oportunidad de hablar con gaston, lo que me hace sentir aun peor por todo. También estoy preocupada por lali,
. Ella preguntó mucho acerca de ayer y de una manera que quiere decir que sabe que algo está pasando, y no sólo que no quiero decirle nada, sino que no quiero ni siquiera pensar en decirle algo.Además, todavía quiero hablar con gaston.
No tengo oportunidad de hacerlo. Pienso en caminar por ahí después del
almuerzo para ver si me lo encuentro, pero pablo me sorprende sacándome fuera,
―tengo una sorpresa para ti
Estar con él se siente como nada. No me hace sentir nada, y una vez que hemos hecho planes para el fin de semana le he
preguntado por sus padres, no hay nada más que decir; el camino de regreso a la
escuela se llena de silencio. Él parece a gusto con ello. Lo miro mientras nos
dirigimos dentro, y él me esta devolviendo la mirada, sonriendo.
La realidad de eso, de cómo todo el mundo totalmente levanta la vista para mirar a
pablo, me recuerda que se supone que yo sea la afortunada. Él quiere estar
conmigo, y sin bien nunca me siento abrumada de felicidad cuando estoy con él,
tampoco estoy triste nunca, nunca preocupada. Pero aun así, mientras estamos
caminando, con su mano estrechando la mía, me doy cuenta que de la manera en
que me siento ahora se debiera haber sentido bien hace algún tiempo. Tal vez un
poco aburrido, pero bien. Pero ahora no es suficiente.
Ahora que he sentido más, quiero seguir sintiéndome de esa manera. Aun cuando
me atemoriza un poco. Ó mucho.
* * *
Daniela me pregunta en clase de música
―¿Vas acontarme lo que pasa con gaston ó qué?
Aparto la nota y me encojo de hombros hacia daniela.
Tres segundos después vibra mi teléfono. Ella me manda un mensaje de texto
preguntándome lo mismo de la nota. Entonces levanto mi mano, pido permiso
para ir al baño, y cuando ella entra algunos minutos más tarde, le cuento todo. En
realidad es un completo alivio.
―Mira,__ dice cuando termino de hablar. ―Cuando salgamos de aquí, ¿por qué no lo esperas al final del corredor junto a la clase de camilo? Entonces cuando pase junto a ti le puedes preguntar si quiere hablar y saltarte la clase.
―¿Estás sugiriendo que me salte la clase? ¿Tú?
Ella me revolea los ojos. ―¿De qué habló camilo ayer?‖
―Mmm-guerras. No espera, castillos. ¿Ambos?
―¿Ves? Entonces simplemente sáltate la clase y habla con él ya.
―Está bien,‖ le digo, y las dos nos dirigimos de regreso a la clase. Y entonces,
mientras estamos saliendo más tarde, dirigiéndonos a la clase de camilo, con Daniela y ayudándome a estar alerta por gaston, aparece lali.
Necesito esperar a gaston.
―Mira,probablemente querrás ver a peter antes de ir a clases--‖
―Vamos, quiero detalles.
Y entonces me encuentro contándole acerca del almuerzo mientras me acompaña
todo el camino hasta la clase de camilo, tardando tanto que apenas logro llegar a mi escritorio antes que suene la campana. No hay tiempo de hablar con gaston. Y en la clase él no me mira, ó por lo menos no me mira cuando yo lo miró a él. Me paso todo el periodo escribiéndole notas, y luego escribiendo otras diferentes porque las que le he escrito son todas estúpidas.
me decido por un nuevo plan. Me quedaré por ahí esperando después de
clase, veré si gaston se queda. Si lo hace, hablaré con él. Si no lo hace…bien,
entonces iré a la biblioteca y hablaré con él.
Suena la campana y todos corren a la puerta salvo yo. Me quedo perdiendo el
tiempo en mi asiento por un segundo, simulando que no puedo encontrar mi
bolígrafo, y luego le echo un vistazo a gaston.
Él está todavía allí, y me está mirando. Ya está. Inspiración profunda. Me inclino
hacia delante y pongo el libro en mi bolso, escucho el rechinar de los pies dejando
la clase. Está bien. Ahora sólo voy a decir que lamento que mi padre haya sido un
cabrón y espero que él diga--
―rocio, ¿estás lista?‖
Está bien, eso no suena como gaston. Eso suena como… ―¿lali?
Es ella. Me está mirando, con una sonrisa tensa en su rostro. ¿Qué está haciendo
ella aquí? Miro alrededor y gaston todavía está en la sala, deslizando su anotador
dentro de su bolso. Desearía que ella se fuera, y entonces me siento culpable.
Pero aún así digo, ―Hey, no necesitas esperar por mí. Te alcanzaré en tan solo un minuto.
―Lo lamento, pero tenemos que irnos justo ahora. Tengo que recoger a mis
hermanos, y además, cuanto antes llegues a tu casa, es cuanto más pronto
podrás arreglarte para salir esta noche con pablo. ¡Oh! También necesitamos
hablar de mañana. Creo que vamos a encontrarnos todos antes de ir a la fiesta de
alguien.
gaston aparta la mirada de mí, con su boca torcida en esta burlona sonrisa fruncida,y se dirige fuera de la sala. Siento que mi cara se pone roja, y sé que él sabe acerca de pablo, pero, ¿tenía lali que decirlo de esa manera? Tal cual-meto a la fuerza mi libro dentro del bolso y me pongo de pie.
―Vamos,‖ digo, y salgo al corredor sin ni siquiera esperarla. Sé que no debería
estar enojada con ella pablo es el chico con el que estoy saliendo, y que ella hable
de él no está fuera de lo común-pero estoy enojada de todas formas.
―No tenías que venir a buscarme, sabes. Yo iba de camino a
encontrarte.
lali me mira, y puedo decir que ambas sabemos que estoy mintiendo. Después
de un momento aparto la mirada, pretendiendo estar fascinada por lo que está
ocurriendo afuera de la ventana.
―rocio__ dice mientras estamos doblando en la calle que conduce a mi
subdivisión, ―¿hay algo?, ya sabes… ¿hay algo de lo que quieras hablar?‖
Le echo una mirada, a su atuendo perfecto y uñas perfectamente a juego (por
supuesto que ella arregló su esmalte de uñas, por supuesto que lo hizo), y me
pregunto lo que diría si le contara que estoy harta de la perfección. La miro y
pienso en ella y en peter y lo felices que son, y cómo pablo y yo los hacemos
aun más perfectos porque entonces todos estamos en pareja, perfectos conjuntos
iguales, y sé que no entendería. Ella diría que tengo todo lo que cualquiera podría
alguna vez querer, y estaría en lo correcto. Tengo lo que -a quien- todo el mundo
quiere.
Pero yo quiero a alguien más.
Pablo y yo pasamos la noche del viernes en un evento de la iglesia con sus
padres. De verdad me esfuerzo por no pensar en gaston. No lo logro.
El sábado voy al supermercado y hago las labores de la casa y hablo con lali,
me mantengo tan ocupada que no debería tener tiempo para pensar en gaston. De cualquier forma lo hago
Me pregunto cuánto tiempo pasamos pablo y yo realmente juntos, hablando, sólo
nosotros dos, cada semana. Apuesto que si lo sumara todo, la conversación que
tuvimos gaston y yo en la biblioteca hace unos días sería aproximadamente seis
veces más larga.
gaston. Tengo tantas ganas de hablar con él.
pablo aún está hablando, contándome algo
. Yo asiento y me pregunto si gaston está trabajando esta noche. Me pregunto si está en casa. Si está en su cocina.Puedo verlo allí, girándose hacia mí, su cabeza descendiendo hacia la mía-
―¿Lista para entrar?‖
Parpadeo.. Estoy con pablo. El me pregunta si estoy bien, y le respondo que sí. El toma mi mano y nos dirigimos hacia adentro.
una de las chicas, , me pregunta si puedo prestarle un condón.
―Seguro_ le digo, ―pero realmente no tienes que devolverlo‖_ y busco en mi cartera mientras ella me mira inexpresiva. Siempre tengo muchos condones. Lali compra cajas completas incluso cuando peter siempre tiene, así que ella siempre está dándomelos para que pueda estar ―extra segura‖. Durante un tiempo simplemente los tiraba a la basura, avergonzada porque realmente nunca iba a necesitarlos,pero entonces mi pereza natural se hizo cargo, así que ahora tengo toneladas de ellos en mi cartera, junto a cerca de dieciocho labiales y cuatro peinetas.
Veo a un par de chicas mirándome desde el espejo y les sonrío, tratando incluso cuando se que no tiene sentido y ni siquiera estoy segura de querer hacerlo. Ellas se codean,seguras de que saben que es lo que mantiene a pablo junto a alguien como yo, yo suspiro y deseo estar en algún lugar, cualquier otro lugar.
De hecho, eso no es cierto. Yo quisiera estar -Me permito a mi misma pensar en
ello mientras me dirijo de nuevo a la mesa y me siento de nuevo- yo quisiera estar
con gaston. Desearía estar en su apartamento, regresar al momento en que nos
estábamos besando. Desearía que estuviéramos en mi casa y que papá no
hubiera llegado y lo hubiera destruido todo, que sólo estuviéramos gaston y yo
―Me siento realmente mal. Por favor, tan sólo llévame a casa__le digo a pablo
―Por supuesto__ Dice él, con un tono y una mirada preocupada en sus hermosos
ojos, y yo estoy mintiendo.
Estoy mintiendo y el no lo sabe y a mí no me importa. lali se queda mirándome
cuando estamos poniéndonos de pie puedo darme cuenta que él sabe que algo está ocurriendo. Sigue sin importarme
―Simplemente necesito acostarme__, le digo mientras me siento en la mesa de la
cocina, preguntándome cuanto tiempo voy a tener que esperar antes de tomar las
llaves y salir a ver si gaston está en casa, y quedo en shock cuando escucho a mi
padre decir, ―rochi rochi, ¿Estás enferma?‖
―No tienes fiebre‖ dice él, y entonces se gira hacia pablo y dice, ―Gracias por
traerla a casa.‖
―No hay problema, señor. Y quería disculparme de nuevo por la otra noche.
Debería haber llamado antes de venir.
Papá lo mira sin tener idea de que está hablando, y por un horrible segundo creo
que va a confundir a pablo con gaston y mencionar el otro día, pero en su lugar,
todo lo que él dice es, ―No hay problema.
―Así que yo realmente debería ir a acostarme,__ digo, ansiosa por detener cualquier conversación adicional. Ansiosa porque pablo se vaya, de tener a papá haciendo de nuevo lo que sea que estaba haciendo. Ansiosa por ir a buscar a gaston.
―Por supuesto_ dice papá, y pablo me da un beso rápido, promete llamarme
mañana y me dice que espera que me sienta mejor. Al fin se va
. ―Supongo que es mejor que te acuestes y descanses.__dice mi padre
―De hecho, estoy sintiéndome mejor y yo... Bueno, yo medio- necesito que me
prestes el auto.
―¿Por qué?
Me pongo de pie, tomo las llaves. ―Seré realmente cuidadosa con el auto, lo prometo
―No es el auto lo que me preocupa,_ dice él, silenciosamente.
Me giro hacia él. ―papá-
―Cariño, yo... siento mucho no haber recordado a gaston
―Papá-
―Yo vi la mirada en tu cara, rocio.
El se queda mirándome, un millón de expresiones -shock, furia, tristeza plasmadas
en su cara. Ahora sabes cómo me siento yo, pienso, y tiro la puerta
cuando salgo.
Aún no puedo creer que haya
olvidado a alguien que dijo que era importante para él, que él pudiera ver una
parte de su pasado, una parte de su vida, y no recordarlo para nada.
No es hasta que llego al apartamento de gaston que me pongo nerviosa. Bueno, es
más como pasar de nerviosa a realmente muy muy nerviosa. Por un momento me
siento en el auto con mis manos en el volante. El motor sigue encendido. Podría
simplemente volver a casa.
Pero de verdad quiero hacer esto. Quiero ver a gaston, hablar con él. Apago el auto y salgo, camino hasta su apartamento. Toco la puerta, suavemente, tan sólo un golpecito con mis nudillos, mi nerviosismo regresando de repente peor que nunca,pero antes de que pueda hacer algo más, la puerta se abre y gaston está al frente mío.
El parece sorprendido de verme.
―Hola__digo yo, y el inclina su cabeza un poco hacia un lado, su cabello cae sobre
sus ojos, y dice, ―Hola _antes de señalar que entre.
Entro, veo la cocina justo a mi derecha, un sofá y la televisión en el cuarto frente a
mí. Mientras la puerta se cierra nos quedamos allí por un momento, incomodo, mi
mente aparentemente cansada por haber dicho hola, y entonces un gato gris
aparece en el pasillo de la cocina, frotándose alrededor de los tobillos de gaston y
ronroneándome antes de desaparecer de nuevo por el pasillo.
―¿Tuyo?_Bueno, incluso cuando es una sola palabra, por lo menos es una
diferente.
―Si_ dice él, y me da una de esas sonrisas torcidas. ―¿Que pasa?- Eliz
―Yo-yo quería hablar contigo sobre mi papá._ Le digo, y su sonrisa se encoge, se
transforma en algo amargo. Oh, esto es malo. ―Mira, siento mucho todo lo que
paso con él. El es... iba a decir que tú no sabes cómo es el, pero supongo que lo
sabes.
―Si, lo sé. Así que realmente no tenías que venir. Quiero decir, especialmente
cuando se que tenias planes con pablo y los demás._ La forma en que dice pablo
me hace sonrojar.
―Yo no
―¿Qué? ¿No tienes novio? _La sonrisa de gaston había desaparecido por completo.
―Porque estoy bastante seguro de que lo tienes. Yo pensé que después de que
hablamos en la biblioteca tu..._ El sacude su cabeza. ―No importa. Yo escuché a tu amiga hablando de ustedes dos después de clase el viernes. Demonios, yo te vi
con él, después del almuerzo tomados de la mano, sonriendo. La pareja perfecta.
―No lo somos._ digo yo. ―Dios, de verdad no lo somos. Quiero decir, estamos
saliendo, pero no es cuando estoy con el no es como cuando estoy contigo.
El se queda mirándome. No puedo descifrar que significa.
―¿Como sigue tu mano?_ digo, desesperada porque diga algo, por seguir
hablando, pero es lo peor que pude haber dicho porque esta mirada
definitivamente la puedo leer y no es nada más que rabia.
―Me despidieron
―¿Por qué te heriste?
El asiente.
―Pero eso no es justo. Quiero decir, tú te heriste en el trabajo, ¿Ellos no deberían?
―¿Qué? ¿Guardarme el trabajo que no se supone que puedo tener hasta que esté
mejor? Claro. Y si esa fuera una posibilidad tampoco podría regresar. Apenas
mamá vio mi mano se enloqueció, y ahora ella llama para preguntar como estoy
constantemente, así que incluso aunque pudiera regresar a mi trabajo no habría
ninguna forma de conservarlo sin que ella se diera cuenta.
―Sabes, papá hace toneladas de cosas relacionadas con construcción, y estoy
segura de que el podría encontrar algo-
―Yo no quiero nada de tu padre.
―Oh,_digo estúpidamente, porque por supuesto que él no quiere nada de él.
Después de lo que pasó cuando éramos niños, y que después papá no lo
recordara... Dios, después de todo, estoy sorprendida de que él me hable siquiera.
―Lo siento,_ le digo. ―Siento mucho lo de tu mano y tu trabajo, y no debería haber venido aquí, yo sólo-quería verte y no podía- tenía que verte, ¿está bien? No puedo dejar de pensar en ti.
Silencio. No puedo creer todo lo que acabo de decir. Miro al suelo, sintiendo mis
ojos llenarse de lágrimas.
―rocio_ dice él, y cuando lo miro, el tiene una mirada suave. El se inclina,
retirando mi cabello de mi cara con su mano herida, y huele maravillosamente, no
a colonia, sino a jabón y al mismo, este aroma increíble. El está tan cerca que
puedo ver sus ojos, con las más pequeñas motas de
verde en ellos. El está tan cerca que podría besarme y yo quiero que lo haga.
Quiero que me bese más de lo que he querido cualquier otra cosa en mi vida.
―gaston_ digo yo, y él se acerca aún más, entonces parpadea y retrocede.
―Probablemente deberías irte_Su voz es realmente silenciosa.
―¿Qué?_Yo sigo atrapada por lo cerca que estaba hace un momento, en lo mucho que quiero que me bese-¿y el simplemente quiere que me vaya?
―Simplemente sal y... no lo sé. Supongo que te veré por ahí._ El camina por el
pasillo. Después de un segundo escucho una puerta cerrándose.
Debería irme. Incluso el me pidió que lo hiciera. Ahora estoy asustada, temblando.
Definitivamente debería irme. ¿Qué más puedo hacer? Saldré, conduciré hasta mi
casa, llamaré a pablo. Todo volverá a la normalidad.
Todo será seguro.
Camino por el pasillo.
Cuando lo hago dejo de estar asustada. Sé que no tiene sentido. Debería estar
asustada. Nunca había dicho nada como las cosas que le he dicho esta noche a
gaston. Nunca había hecho nada como esto. Pero nunca antes había querido
hacerlo.
Ahora sí.
El está parado en su habitación, mirando la pared, y cuando yo entro y él se gira,
la sorpresa se refleja en su rostro.
―Pensé que estabas yéndote.
―Yo iba a hacerlo._ Miro alrededor en su habitación. Es pequeña y desordenada.
Hay ropa en el suelo y sobre una silla, montones de CD apilados contra la pared.
El armario está abierto y lleno con más CD y lo que parecen un par de teclados.
Me atrevo a mirarlo y él está observándome, sus ojos intensos en mi rostro.
Miro su escritorio. Es simplemente una mesa, una de esas pequeñas que se
doblan, y está llena de libros y más CD e incluso unas cuantas camisas. Camino
hacia allí y miro los libros. Al fondo de una de las pilas de libros, girado un poco
hacia un lado, hay una caja, descolorida y un poquito maltratada. Me acerco y la
giro hacia mí, veo los libros que me regalaron hace tanto tiempo. Los libros que le
regalé ese horrible último día, el día en que odié lo que estaba pasando pero no
sabía qué hacer. El día que no pude despedirme de él.
―Tú los conservaste_ digo, y mi voz está temblando. Toco los libros con un dedo.
Mi mano también está temblando. Me giro de nuevo, sabiendo que él está justo
allí, sabiendo que todo: mi corazón, mi alma, todo de mi, está en mis ojos.
―rocio_ dice él, y mi nombre suena tan maravilloso, tan real, cuando él lo dice.
Cierro mis ojos, esperando. Deseando. Siento las puntas de sus dedos tocando mi
cara, escucho su respiración agitada, siento su boca moverse sobre la mía.
Apenas lo hace, se que nunca he hecho algo tan correcto.

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